miércoles, 20 de mayo de 2009

En Uruguay existe incertidumbre tras la decisión de la empresa española ENCE

MONTEVIDEO.- La decisión de la forestal española Ence de vender terrenos donde proyectaba levantar una planta de celulosa ha originado incertidumbre sobre lo que ocurrirá en la zona donde viven 1.700 personas.

Conchillas, Pueblo Gil y Punta Pereira, en el departamento de Colonia a 170 kilómetros al oeste de la capital, estaban en una zona de influencia del plan de Ence cuando compró 503 hectáreas de terreno. Hasta ahora, unos 200 obreros siguen trabajando en el alistamiento del terreno y obras complementarias y se tenía la esperanza de que durante el período de construcción centenares de obreros tuvieran necesidad de mayores servicios.

"Nunca hubo una panadería, ahora hay dos. Nunca una carnicería, ahora una muy linda. Conozco gente que llegó de otros países y puso negocios acá. Sé de una persona que llegó de Miami y puso hasta 30.000 dólares en un negocio y ahora no sabe que va a pasar", dijo al diario El País, Líber Gogna, vecino del predio que tiene Ence en Conchillas.

"Es un momento de mucha incertidumbre, pero todavía confiamos en que esto va a salir adelante y que Conchillas no va a ser un pueblo fantasma", agregó.

Miguel Quinteros, dirigente del sindicato de la construcción, dijo que "estamos a la espera de noticias" indicando que aún siguen trabajando unos 200 obreros aunque hace un mes despidieron a 16. Quinteros dijo que se reclamó a Ence explicaciones "claras" sobre que sucederá.

Un comunicado de la Empresa Nacional de Celulosa (Ence) dijo el lunes que la transferencia a la finlandesa-sueca Stora Enso y la chilena Arauco fue para reforzar "su estructura financiera" y que pese a ello mantendrá sus 30.000 hectáreas de bosque entre los departamentos de Rocha y Lavalleja, en el este sobre el océano Atlántico.

Stora Enso, que también ha comprado terrenos forestados con eucaliptos, tenía proyectado levantar una fábrica de celulosa sobre el Río Negro, que divide al Uruguay de este a oeste en el centro del país.

En Durazno, departamento del centro uruguayo y ribereño del Río Negro posible emplazamiento de Stora Enso, la noticia no fue bien recibida.

"Hay que ver que la gente está esperanzada en esa empresa multinacional, entonces como que ahora da para pensar muchas cosas, por más que no hay nada definido. Da la sensación de que puede alejarse una empresa que acá montó sus oficinas principales y eso da inseguridad a los empresarios, porque de alguna manera eso perjudica todo", dijo a la prensa Jorge Portela, presidente de la Asociación de Pequeños y Medianos Empresarios.

El presidente para América latina de Stora-Enso, Nils Grafstrom, dijo a El País desde Sao Paulo que "los estudios de prefactibilidad demandarán al menos, un año de trabajo", aludiendo a los planes sobre una nueva planta de celulosa en Uruguay.

Stora Enso y Arauco son socias en Brasil desde 2007.

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