Woerth explica que en 2007 y 2008, la economía francesa iba bien, el paro bajaba y el volumen del crédito público había empezado a reducirse. Sin embargo, en 2009 se han aumentado en 1.300 millones las dotaciones presupuestarias para, entre otras cosas, financiar medidas de fomento del empleo juvenil y también aumentaron en 100.000 los llamados contratos 'ayudados'.
En 2010, la previsión es hacer "al menos lo mismo" que este año con lo que la implicación del Estado puede alcanzar el 90% y el presupuesto de empleo volverá a aumentar.
También le costarán más al Estado las ayudas para la vivienda y otras prestaciones sociales, pero el ministro asegura que "no se ahorrará" en este ámbito. La gestión del gasto público, incluso en periodo de crisis, es también una "prioridad absoluta".
A su juicio, el gasto no evolucionará más rápido que la inflación que, según las previsiones del Gobierno galo, será del 1,4% en 2010, año en el que se quiere empezar a reducir el déficit presupuestario. Por otro lado, admite que los ingresos fiscales del Estado, en concreto el impuesto sobre sociedades, no serán buenos y que podrían situarse en los niveles de 2002 o 2003.
El Gobierno revisará el déficit de la Seguridad Social el próximo 15 de junio y si la masa salarial bajara un 1% en lugar de permanecer estable, ello representaría 2.000 millones de euros menos de ingresos.
El titular galo de Presupuesto añade que se actuará sobre el gasto público de manera más intensa y que su intención es que, a partir de 2010, el aumento del gasto siga una evolución limitada a la inflación o lo más próximo posible a cero.
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