Sumida desde hace años en un duro proceso de reestructuración, la multinacional de Rochester ha registrado un descenso en sus ventas de casi el 30%, tanto en el negocio digital como en los segmentos tradicionales, y unas pérdidas de unos 360 millones de dólares respecto al mismo periodo del pasado año.
Según Kodak, el impacto que la crisis económica está teniendo sobre el comercio global, el cambio monetario desfavorable y los procesos de reestructuración interna para adaptarse a ese delicado contexto explican los números rojos de la compañía.
Aun así, Kodak saca pecho al hablar del crecimiento en las ventas de sus jóvenes impresoras de inyección de tinta, con unos ingresos que han crecido un 100% pese al declive generalizado de este segmento.
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