miércoles, 13 de mayo de 2009

La burocracia atenta contra la mejora salarial en Cuba

LA HABANA.- La burocracia y la falta de preparación impidieron a las empresas estatales cubanas aplicar a fondo una reforma salarial que aumentaría el pago de sus trabajadores, uno de los principales objetivos de la gestión del presidente Raúl Castro.

Cuba inició este año una transformación en sus sistemas de pago para lograr que los trabajadores cobraran según lo que efectivamente produjeran y estimular la eficiencia económica de la isla.

"Pero más de un obstáculo dificulta en centros industriales que quien más aporta sea el mejor remunerado" y el paso al pago según la producción fue "lento", indicó un artículo de balance realizado por la revista Bohemia.

La publicación hizo un análisis de la resolución 9/2008 del Ministerio de Trabajo, por la cual las empresas deberán pagar según los resultados personales y no en base a los del colectivo de todo el centro laboral como ocurría hasta ahora.

Además alguna áreas no tienen "tope" en sus sobresueldos.

Sin embargo, a cinco meses de puesta en práctica la norma, sólo 1,2 millones --de los 4,8 que conforman los trabajadores en activo-- están enmarcados en el nuevo sistema y de ellos sólo 700 mil realmente se ven beneficiados cada mes, dijo el viceministro del sector , Carlos Mateu.

Entre las falencias reportadas por la revista se encuentran la falta de estudios para medir realmente lo que debe producir un empleado en un área específica, problemas para realizar los cálculos salariales y hasta falta de técnicos en recursos humanos dispuestos a hacerlos.

Además del desconocimiento de la resolución por parte de los trabajadores y en algunos casos falta de materias primas para incrementar la productividad.

"Trabas y déficit" amenazan con "retardar el avance hacia el principio socialista de pagar a cada cual según su trabajo", indicó el análisis. En teoría bajo este método una persona podría incluso triplicar su sueldo.

El salario promedio en Cuba es de 414 pesos cubanos (unos 19 dólares) a lo que debe agregarse los subsidios en alimentos mediante una libreta de abastecimiento y los servicios. También la salud y la educación es completamente gratuita.

Según declaraciones de Agustín de la Peña, del secretariado de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), en Ciudad de La Habana las empresas "le huyen" al pago a destajo porque exige "la elaboración de normas y hoy en nuestro sistema empresarial hay pocas personas con capacidad para medir el trabajo de otros y establecer una norma".

Los críticos del modelo cubano suelen acusarlo de fomentar el igualitarismo y por tanto la ineficiencia, el incumplimiento y el ausentismo mediante reglas benévolas. Para los defensores lo que se busca es la justicia social y no dejar desprotegido a los sectores más vulnerables.

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