viernes, 8 de mayo de 2009

La crisis coloca a Toyota en números rojos por primera vez

TOKIO.- El primer fabricante de automóviles del mundo, el japonés Toyota, anunció el viernes por primera vez una pérdida neta anual de 439.900 millones de yenes (4.400 millones de dólares) en 2008-2009, debido al hundimiento de sus principales mercados y la subida del yen.

En los doce meses de abril a marzo, Toyota registró una pérdida de explotación de 461.100 millones de yenes (4.638 millones de dólares) y su facturación cayó un 21,9% respecto al año anterior a 20,53 billones (206.500 millones de dólares).

Es la primera vez que Toyota, fundada hace 72 años y que acaba de tomar la primera posición a nivel mundial, termina el ejercicio con un resultado de explotación en números rojos desde que empezó a publicar sus resultados en 1941.

Para el trimestre de enero a marzo, la pérdida neta de Toyota alcanzó la colosal cifra de 765.800 millones de yenes (7.702 millones de dólares), por encima de la registrada en el mismo periodo por el estadounidense amenazado de bancarrota General Motors (6.000 millones de dólares).

Los resultados son peores a los pronosticados por el grupo, que esperaba una pérdida de 350.000 millones y un déficit de explotación de 450.000 millones.

Estos malos resultados se deben al "deterioro significativo de las ventas de vehículos especialmente en Estados Unidos y en Europa, la rápida apreciación del yen contra el dólar y el euro y la fuerte al alza de las materias primas", lamentó en un comunicado Katsuaki Watanabe, presidente de Toyota, que dejará el puesto a finales de mes.

Las ventas mundiales de vehículos cayeron un 15% respecto al mismo periodo del año anterior hasta las 7,57 millones unidades. Las ventas en Norteamérica cayeron un 25,2%, las de Europa un 17,3% y las de Japón un 11,1%.

Los efectos del cambio de divisas, por otra parte, han recortado 760.000 millones de yenes (7.650 millones de dólares), una cantidad equivalente a la inversión necesaria para construir una decena de fábricas de automóviles.

El abanderado de la industria japonesa advirtió también que espera una pérdida neta de 550.000 millones de yenes (5.500 millones de dólares) para el ejercicio actual, que se inició el 1 de abril. También prevé un gigantesco déficit de explotación de 650.000 millones y una facturación de 16,5 billones (-19,6% respecto al mismo periodo del año anterior).

Sus ventas mundiales se mantendrán por debajo de los 6,5 millones de vehículos, volviendo a los niveles de 2003-2004, frente al récord de 8,91 millones en 2007-2008.

"Parece que la normalización de los mercados financieros en Estados Unidos y en Europa y la reactivación económica mundial tardarán un poco más de tiempo todavía", comentó Watanabe, quien prometió que Toyota apostará por las tecnologías híbridas y reducirá sus costes para enderezar la situación.

Para hacer frente a la crisis, el gigante automovilístico anunció en los últimos meses varias medidas, incluidos miles de supresiones de empleos temporales, cortes de producción y la congelación de las inversiones.

En junio tomará las riendas del grupo el nieto del fundador de la empresa, Akio Toyoda, de 53 años, un nombramiento percibido como una manera de unir a la empresa alrededor de una fuerte figura para enfrentarse a la adversidad.

"Las reestructuraciones por venir se anuncian duras y dolorosas, con eventualmente el cierre de algunas fábricas o de concesionarios, puede que incluso el despido de empleados permanentes. Todo esto será percibido mejor si lo decide un Toyoda", comentó Koji Endo, analista automovilístico de Crédit Suisse, para quien "la familia fundadora sigue siendo un símbolo".

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