Pero la crisis financiera mundial obligó a las creadoras de la empresa, Sofía Casares, Alejandra Albarrán y Lourdes Méndez, a frenar su acelerado crecimiento, reduciendo su presupuesto para este año entre un 30% y un 40%. Esta temporada no venderán en Saks y tuvieron que cancelar algunos de sus pedidos.
La moda mexicana no ha podido esquivar los efectos de la crisis financiera mundial. Diseñadores y organizadores de desfiles tratan de salir a flote en medio de nuevos patrones de consumo, falta de patrocinios y recortes de presupuestos.
Méndez, directora comercial de Alessa Casati, reconoce que "entramos en un momento de la industria de la moda en la que venía ya, desde la recesión de Estados Unidos, arrastrando un poco un descenso en las compras".
De acuerdo con Trendex North America, firma de consultoría e investigación de mercados de ropa y calzado, durante 2008 el valor del mercado mexicano fue de 21.000 millones de dólares.
La firma ha pronosticado que las ventas de ropa en México caerán un 3%, a 20.400 millones de dólares en este año. Empero proyectan que aumenten un 1.2% para 2010.
Daniel Rodríguez, gerente general de la firma en México, señaló que la gente continúa comprando, aunque con menos frecuencia y analizando más cada adquisición.
Las clientas de Alana Savoir, cuya boutique está ubicada en una de las zonas más exclusivas de la Ciudad de México, compran "más checadito" (con mayor mesura), según la diseñadora.
"Si antes escogían tres vestidos, dos blusas, un par de zapatos, una bolsa y joyería, ahorita se están yendo (únicamente) por los dos vestidos, la joyería y los zapatos", dijo la creadora, que lanzó su marca en 2006.
De acuerdo con Trendex, las tiendas por departamentos han perdido participación en el mercado desde el 2006 mientras que los supermercados, que venden mercadería más barata, han tenido un incremento ligero.
El diseñador Macario Jiménez, cuya marca celebrará su 15to aniversario este año, expresó que "en este momento la gente se quiere vestir con cosas que le den personalidad y no con marcas".
"La gente que realmente está comprando moda puede ser que se compre una camiseta en Wal-Mart con unos jeans de 700 dólares, unos zapatos de mil y con un suetercito de 22", explicó Jiménez, quien recientemente vistió a Margarita Zavala, la primera dama de México.
El gobierno ha reconocido que México ya se encuentra en recesión, y ha anticipado una mayor contracción económica a la prevista para el cierre del año.
La Secretaría de Hacienda estima que la economía se contraerá un 4,1% en todo 2009, un pronóstico ligeramente más optimista que el del banco central, que prevé una caída de hasta 4,8%.
Ante este panorama, varios diseñadores han decidido postergar algunos de sus proyectos.
"No pienso estar peleando contra la corriente", dijo Savoir, quien ha suspendido su plan de abrir una nueva línea en Estados Unidos.
Lo mismo ha sucedido con su línea para hombres, pues ello requeriría sumar un par de personas a su equipo, y según la creadora, quien vende su linea de alta costura en Londres, Nueva York, Barcelona y Dubai, "ahorita no hay cómo para pagar tres sueldos más".
Diseñadores de la talla de Vera Wang, Monique Lhuillier y Betsey Johnson decidieron no presentar sus colecciones bajo las carpas de Bryant Park en la reciente Semana de la Moda de Nueva York como consecuencia de la crisis económica global y algo parecido está sucediendo en México.
Fashion Week México fue cancelado; Mercedes-Benz Fashion México, a diferencia de ediciones anteriores, no contará con diseñadores ni modelos internacionales.
Este año no se entregarán los premios Lycra, que reconocen a los creadores y colecciones más destacados de cada temporada en México.
En su última edición, la Semana de la Moda mexicana tuvo más de 30 desfiles durante seis días. La edición programada para mayo había sido reducida inicialmente a tres días, con apenas unos 20 diseñadores, hasta que finalmente fue cancelada.
Los organizadores del DFashion, por su parte, tienen problemas para conseguir patrocinadores y la reducción de presupuestos de aquellos que auspiciarán las pasarelas que se realizarán en junio.
Debido a ello, explicó Hugo Wacogne, director general del evento, a diferencia de otras ediciones, en esta no podrán pagar las modelos ni coordinadores de los desfiles de los diseñadores, por lo que los creativos tuvieron que costearlos por sus propios medios.
"Hay que reconocerlo, este es un efecto de la crisis: para esta temporada no podemos", dijo Wacogne, quien señaló que en promedio la producción del evento es de 3 millones de pesos (unos 225.000 dólares) y para esta temporada fue reducido a la mitad.
Por su parte, Mercedes-Benz Fashion México, que originalmente se realizaría del 27 abril al 1 de mayo, fue pospuesto en dos ocasiones debido al brote de gripe porcina.
La serie de desfiles se realizará finalmente del 18 al 22 de mayo con su extensión normal.
Manuel Vera, quien produce el evento a través de su empresa Vera Producciones, aseguró que los modistos "se han sentido golpeados por la crisis" y "veremos colecciones más reducidas".
Vera, quien fundó su compañía productora hace 15 años, aseguró que la actual situación que rodea a la industria de la moda "ya venía en picada y este año terminó de convencer" a varias compañías para no invertir en eventos de este tipo.
Por ello se han cancelado casi la mitad de proyectos que tenía previstos para este año, tales como desarrollo de catálogos, sesiones fotográficas, comerciales y fiestas.
Aún así, para Vera, la crisis representa una oportunidad para que la incipiente industria mexicana de la moda gane terreno.
"En estos momentos de crisis lo que los diseñadores tienen que hacer es un poco hacer prendas que se vuelvan más necesarias que fantasiosas", expresó. "Al final de todo, con crisis o sin crisis, la moda siempre le va a dar glamour al mundo y la moda siempre le va a aportar al mundo una belleza que no hay otra cosa que se la dé".
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