"Queremos mostrar que los bancos tienen una actitud nueva" y "contribuir a elaborar reglas eficaces", explica la directora general de la FBF, Ariane Obolensky.
Las normas que la FBF presentará a los bancos europeos pasan por activar la cooperación internacional, extender las reglas de control que se aplican en Europa, transparencia en las implantaciones, una gestión específica en los países no cooperativos, es decir, que no facilitan información fiscal o judicial, y claridad en las operaciones en dichos países.
Los bancos franceses están dispuestos a aceptar los compromisos elaborados por la federación que les agrupa, que considera que "toda la comunidad internacional debe comprometerse para dictar reglas de buena voluntad y hacer que se respeten", según la información publicada por "Les Echos".
El ángulo de aproximación de la FBF es el pragmatismo, explica el presidente de la Federación de Bancos Franceses, Georges Pauget, quien indica que se basarán en las listas de paraísos fiscales elaboradas, principalmente, por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
La iniciativa francesa surge después de que el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, solicitase a las entidades bancarias galas que fueran "ejemplares" en la reforma del sistema financiero internacional, tras la última reunión del G-20, celebrada en Londres el pasado mes de abril.
"Para tener la posibilidad de pasar la barrera del G-20", que se reunirá en Nueva York el próximo mes de septiembre, los compromisos galos "deben ser apoyados por la mayoría de los países europeos", señala la directora general de la FBF.
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