sábado, 30 de mayo de 2009

Más de 50 ballenas quedan varadas en una playa de Sudáfrica y 30 mueren

CIUDAD DEL CABO.- Alrededor de 55 ballenas encallaron y quedaron varadas hoy en una playa cerca de Ciudad del Cabo, Kommitjie, y las altas olas complicaron los esfuerzos de los equipos de rescate para devolverlas al mar.

Voluntarios y científicos marinos trabajaron para salvar a las ballenas poco después de que llegaran a la orilla con mal tiempo los primeros ejemplares adultos y jóvenes, dijo Craig Lambinon, portavoz del National Sea Rescue Institute.

Los rescatistas estaban intentando mantener a las ballenas mojadas y utilizaban equipos para remover tierra, incluyendo cargas frontales para intentar devolver al mar a algunos de los cetáceos.

"Es una operación en marcha y las ballenas están siendo empujadas a tierra por las altas olas que originan los fuertes vientos del otoño austral", dijo.

La operación incluía el uso de hasta seis excavadoras para arrastrar a las ballenas al mar. El problema, no obstante, es que la fuerte marea vuelve a mandar a todas ellas a la orilla.

Las que todavía siguen en la arena son constantemente humedecidas con cubos de agua mientras decenas de voluntarios se encargan de controlar el estado de salud de los animales, según
dijo Lambinon, a la cadena estadounidense CNN.

"Tan pronto como las devolvemos al agua, vuelven a nadar a la orilla", informó Lambinon. Al menos uno de los cetáceos ha fallecido, añadió.

La Radio 702 informó que se había confirmado en principio la muerte de tres de las ballenas y que otras estaban luchando por sobrevivir.

Lambinon sostuvo que todavía no estaba claro por qué las ballenas se habían dirigido a tierra, añadiendo que era la primera gran varada que se conocía este año en la famosa playa de Kommetjie.

Finalmente, los científicos decidieron matar a más de 30 ballenas varadas en la punta meridional de Sudáfrica luego que resistieron a los grandes esfuerzos para ser empujadas de nuevo al mar.

Unas 20 ballenas jorobadas fueron rescatadas y volvieron al mar, pero que no quedó otra alternativa que matar a las 34 restantes, afirmó Nan Rice, dirigente del grupo Dolphin Action and Protection, citado por la Asociación de Prensa de Sudáfrica.

"Me siento bastante triste, pero esto es hacer lo correcto'', dijo Rice. Una ballena murió durante las operaciones de rescate y su cuerpo quedó inmóvil en la arena mientras cientos de voluntarios se apresuraban para intentar rescatar al resto del grupo.

Con fuertes vientos y olas, los voluntarios intentaron empujar las ballenas de tres metros desde aguas que alcanzaban la rodilla hasta el interior del mar, pero sus esfuerzos fueron a menudo en vano.

La mayoría de los rescatistas llevaban trajes de neopreno pero otros se adentraron en las aguas heladas con ropa corriente. Las autoridades aparecieron con seis topadoras para empujar a las ballenas de nuevo al agua.

En el momento en que las empujábamos de nuevo al mar, nadaban de vuelta a la playa'', explicó Craig Lambinon. "No es una situación fácil''.

Las ballenas piloto o jorobadas son comunes en Sudáfrica, una nación conocida por sus actividades turísticas de observación de ballenas durante el invierno, la estación que casi vive ahora el país. No hay una razón clara que explique la razón de las ballenas varadas, que empezó hoy sábado por la mañana.

Cientos de personas abarrotaron la playa de Kommitjie, cerca de Punto del Cabo, para ver el hecho y bloquearon la carretera principal. Lambinon pidió al público que se marchara de la zona, que ha sufrido recientemente lluvias fuertes.

Rice explicó que las ballenas fueron sacrificadas con disparos en la cabeza para evitarles que sufran más. "Son animales enormes y están varados en una zona muy vasta. Desafortunadamente ellos (los voluntarios) no pudieron hacerlo'', dijo Rice.

La observación de ballenas en la costa de Sudáfrica es una gran atracción para los turistas, que frecuentemente se sitúan en lugares estratégicos de las carreteras para observar cualquier atisbo de los gigantes del océano.

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