lunes, 4 de mayo de 2009

Obama propone limitar las operaciones de las multinacionales en los paraísos fiscales

NUEVA YORK.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, propuso hoy una serie de cambios para modificar el actual código impositivo que buscan limitar las operaciones de las multinacionales estadounidenses en el extranjero, con el punto de mira en los paraísos fiscales, para poner fin a las prácticas que permiten a esas empresas pagar menos impuestos.

El objetivo es recuperar para las arcas públicas más de 200.000 millones de dólares en los próximos diez años, según cálculos de analistas citados por el Wall Street Journal, que asegura que en los últimos años las empresas estadounidensen han depositado unos 700.000 millones de dólares en bancos del exterior, muchos de ellos en paraísos fiscales.

"Hay empresas que dicen al Servicio de Recaudación de Impuestos (IRS, por sus siglas en inglés) que están pagando impuestos en el extranjero y luego van a esos países y aseguran que los están pagando en Estados Unidos", afirmó Obama en una breve comparecencia ante los medios de comunicación acompañado del secretario del Tesoro, Tim Geithner.

Según el mandatario, con esta reforma se pretende "facilitar" las cosas a las empresas para que creen más puestos de trabajo en Estados Unidos acabando así con los incentivos que existen ahora para la contratación en el exterior. Con los recursos que lleguen a las arcas públicas se podrá combatir el déficit y seguir ayudando a las familias trabajadores con recortes de impuestos, precisó.

Obama también ha puesto en el punto de mira a muchos estadounidenses acaudalados que tienen parte de sus fortunas en diferentes paraísos fiscales, como las islas Caimán o las Antillas Holandesas, quienes en caso de aprobarse la reforma propuesta por la Casa Blanca se enfrentarían a fuertes multas por evadir impuestos.

El pasado febrero el presidente ya pidió al Congreso que modificara el actual código impositivo para "acabar con muchas de las prácticas que permiten a las multinacionales trasladar nuestros trabajos al extranjero", un argumento que utilizó reiteradamente durante la campaña electoral que le llevó a la Casa Blanca tras las elecciones del 4 de noviembre.

La actual legislación permite a las empresas multinacionales extranjeras posponer indefinidamente el pago de impuestos sobre los beneficios que hayan obtenido por sus actividades en el extranjero mientras mantengan sus operaciones en el exterior lo cual, según muchos analistas, les permite evadir al fisco y pagar menos tributos.

La nueva propuesta de Obama no ha sido bien recibida por empresas como la farmacéutica Pfizer, dos de los líderes mundiales de software, Oracle y Microsoft, la multinacional de productos de consumo Johnson & Johnson, o el conglomerado industrial y financiero General Electric, que ya han empezado a presionar a los legisladores para que rechacen las medidas.

Entre los argumentos que plantean a los líderes del Congreso, las multinacionales estadounidenses advierten que de aprobarse esta reforma no podrían seguir compitiendo de igual a igual con sus rivales extranjeros, muchos de los cuales están exentos de pagar impuestos en sus respectivos países por las operaciones que realizan en el exterior.

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