miércoles, 27 de mayo de 2009

Se perfila consenso en la OPEP para mantener actual nivel de producción

VIENA.- Los ministros de Petróleo de la OPEP, alentados por el repunte de los precios del barril y temerosos de ahogar los brotes de recuperación económica, se abstendrán en su reunión de mañana jueves en Viena de decretar nuevos recortes de producción, indicaron ministros y analistas.

El crudo se cotiza en las últimas semanas a más de 60 dólares el barril, lejos aún de los 75 dólares que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) considera necesarios para asegurar las inversiones que sustenten la demanda cuando acabe la crisis mundial.

Pero incomparablemente mejor de los 32 dólares a los que había caído en diciembre tras haber alcanzado en julio de 2008 su récord histórico de 147,50 dólares el barril. El repunte fue atribuido a causas tan variadas como la debilidad del dólar, el aumento de la demanda china o el cumplimiento de los recortes decididos por la OPEP en diciembre pasado, y mantenidos en marzo.

Cualquiera sea la causa, el consenso se perfila para no comprometer la evolución por apresuramiento y todo indica que la OPEP mantendrá en 24,84 millones de barriles diarios (mbd) la meta de producción total fijada a once de sus doce países miembros (Irak no está sometido al sistema de cuotas).

"Vamos a continuar con la misma línea", afirmó el martes al llegar a Viena el ministro de Arabia Saudita, principal productor del cartel, Ali al Nuaimi. Y el miércoles se congratuló tanto por el aumento de la demanda "de algunos de nuestros clientes", sobre todo de China, como por la reducción de los stocks sin precedentes que habían acumulado los países industrializados.

El ministro argelino de Petróleo y Minas, Chakib Jelil, abogó el domingo por la cautela. "Mantener el statu quo, teniendo en cuenta que los precios aumentan, es una sabia solución. ¿Para qué (...) romper el ciclo de crecimiento que se ve despuntar en el horizonte?", declaró Jelil, para quien el barril llegará a 70 dólares en 2010.

La opinión a favor del statu quo se afianzó en las últimas semanas cuando el precio del barril volvió a superar los 60 dólares. Y fue apuntalada en los primeros intercambios europeos del miércoles, con el barril por encima de los 63 dólares por primera vez en seis meses. El barril de West Texas Intermediate (WTI, o light sweet crude) para entrega en julio llegó a 63,45 dólares, para retroceder luego a 63,27, en alza de 82 centavos respecto al cierre del martes.

Y el barril del Brent del Mar del Norte para entrega en julio ganaba 77 centavos, a 62,01 dólares. En 2008, la OPEP, que asegura un 40% de la producción mundial de petróleo, procedió a tres recortes para retirar del mercado 4,2 millones de barriles diarios.

Los analistas coinciden en que el cartel tuvo un fuerte cumplimiento de esa meta (de 80% de enero a marzo), contrariamente a lo ocurrido en circunstancias anteriores.

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, cuyo país ya indicó que tiene por objetivo un barril a no menos de 70 dólares, expresó el sábado en Quito su satisfacción por la evolución de las cotizaciones.

"Estamos satisfechos con el ritmo de recuperación que lleva el precio del barril del petróleo", afirmó, sin hacer referencia a cuál será la posición de su ministro Rafael Ramírez en Viena.

Pues no todos los miembros de la OPEP renunciaron a nuevos recortes.

Irán, considerado un "duro" del cartel, entiende que los mercados están saturados y reclama una reducción de la oferta.

Las inquietudes en ese sentido persisten, y hacen planear el riesgo de una nueva caída de los precios.

En su último informe mensual, la OPEP señala "el deterioro persistente de la demanda" y teme que el repunte actual sea de corta duración.

Según los analistas del banco estadounidense Goldman Sachs, el barril podría volver a caer por debajo de los 45 dólares.

El grupo de analistas vienés JBC Energy disiente con la mayoría de los expertos y sostiene que la OPEP decidirá el jueves "retirar del mercado un millón de barriles diarios por un periodo de seis meses, para reequilibrar la oferta y la demanda".

Los riesgos de baja son a corto plazo, pues a plazos mayores las apuestas son a favor de una fuerte alza de los precios, debido a una demanda que no podrá ser satisfecha cuando el mundo salga de la crisis actual, a causa del frenazo de las inversiones.

Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), cartel de los países consumidores industrializados, la caída de los precios de los últimos meses provocó la anulación de proyectos petroleros por un valor de 170.000 millones de dólares, equivalentes a 6,2 millones de barriles diarios.

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