martes, 30 de junio de 2009

BP y la china CNPC explotarán el gran yacimiento petrolero iraquí de Rumaila

BAGDAD.- La compañía británica BP y la china CNPC Limited ganaron la licitación para explotar el campo petrolífero de Rumaila, en el sur de Irak, anunció el Ministerio de Petróleo de ese país, que este martes concede a empresas extranjeras la explotación de seis grandes yacimiento de crudo y dos de gas.

Con reservas estimadas en 17.700 millones de barriles, Rumaila es el mayor de los seis campos petrolíferos a concurso. BP y CNPC competían por él con un consorcio formado por la estadounidense ExxonMobil Iraq y la malasia Petronas.

El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, abrió este martes en Bagdad la reunión para asignar los permisos de explotación. "Esta iniciativa servirá para la reconstrucción del país y será en beneficio de Irak y de las compañías", afirmó Maliki en un gran hotel bagdadí, en presencia de representantes de las empresas en liza.

Maliki prometió acordar "toda la seguridad y las facilidades a las compañías para llevar a bien su trabajo". "Deseo buena suerte a quienes ganen y aquellos que no sean seleccionados, podrán volver pues Irak flota sobre un lago de petróleo", afirmó Maliki.

El jefe del gobierno iraquí puntualizó que "se trata de la primera inversión (extranjera) pero no será la última en el sector petrolero. Lo necesitamos para la reconstrucción de un país marcado por destrucciones sucesivas a causa de las últimas guerras", sostuvo.

Irak elegirá entre 31 compañías petroleras, entre ellas las mayores de Occidente, que respondieron al llamado a licitación, a las que explotarán seis yacimientos gigantes en el sur y norte del país, con reservas estimadas en 43.000 millones de barriles. También se atribuirán los contratos de explotación de dos campos gasíferos, en el oeste y noreste de Bagdad.

Esta iniciativa es inédita en Irak desde la nacionalización de la compañía petrolera iraquí en 1972. El anuncio de las empresas ganadoras de la licitación se produce el mismo día en que las fuerzas estadounidenses se replegaron de las ciudades y pueblos iraquíes, cuya seguridad pasará bajo control de los 750.000 soldados y policías iraquíes.

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