Aseguró que, según los planes ya presentados a los sindicatos, se cerrarán sucursales en el Mediterráneo y en Madrid, pero se mantendrán los puestos de trabajo, por excedentes.
En declaraciones a los medios en Cuenca junto con el representante de UGT, Carlos Jiménez, al término de la asamblea, que se prolongó durante siete horas y media, Botica señaló que se habían aprobado los dos puntos que más trascendencia tenían, como son la ratificación del director general del Grupo CCM, Xabier Alkorta, y del director general de la Caja, Gorka Barrondo, y de las cuentas.
Destacó la alta participación en la sesión, que contó con numerosas intervenciones, y añadió que tanto Alkorta como Barrondo habían presentado el plan de actuación inmediato, que se ha iniciado con la reestructuración del organigrama y la puesta en marcha del plan para la recuperación de los recursos.
Así, en el corto plazo se incluye la actuación de los nuevos equipos de trabajo que ya están empezando a funcionar en las grandes áreas, que son "50 personas poniendo en común conocimientos e iniciativas", mientras que el largo plazo pasa por la contratación de los distintos servicios para iniciar nuevas estrategias y analizar cuestiones como el valor que tienen determinados activos o qué partes se tienen que deshacer.
Estas próximas actuaciones pasan también, tal y como se anunció hace unas semanas, por el cierre de 42 oficinas en zonas de expansión, concretamente 25 en la zona del Mediterráneo y 17 entre Madrid y el resto, recordó Botica. Eso sí, reiteró que "nadie se quedará sin trabajo" porque "las plazas que quedan en las zonas donde hay cierres las cubre todo este excedente".
En cualquier caso, el representante de CCOO apuntó que la conclusión es que la Caja de Castilla-La Mancha es viable independientemente de la situación general del sector, que claramente es de incertidumbre.
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