jueves, 25 de junio de 2009

Critican el egoísmo de la sociedad en la cumbre financiera de la ONU

NUEVA YORK.- El presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el nicaragüense Miguel D'Escoto Brockmann, criticó "el modo egoísta de vivir y consumir" que domina la sociedad y pidió más ética para ayudar a los países pobres al inaugurar el miércoles una cumbre sobre la crisis financiera global.

"No es humano construir un arca de Noé para salvar al sistema económico imperante, dejando al resto de la humanidad a su suerte", dijo D'Escoto. "El egoísmo y la codicia no se pueden remendar, han de ser sustituidos por la solidaridad y eso implica un cambio radical".

La cumbre, que durará tres días en la sede de la ONU en Nueva York, ha reunido a representantes de 126 naciones para analizar los problemas generados por la crisis financiera y buscar soluciones, sobre todo para los países en vías de desarrollo más afectados por la desaceleración global.

Diez de los 14 líderes de naciones que llegarán a Nueva York para participar en la cumbre son latinoamericanos y caribeños, incluidos los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y de Ecuador, Rafael Correa, que hablarán el jueves.

D'Escoto, que hizo un llamado para la defensa de la madre tierra, insistió en la necesidad de cambiar los parámetros que rigen el sistema financiero.

"Hemos construido una economía global. Ahora es el momento de construir una política y una ética globalizada", expresó.

"Hemos de recuperar el concepto de economía y enterrado el concepto de ecobandolerismo a la que nosotros la hemos conducido. El uso abusivo nos ha hecho sordos al clamor de la tierra e insensibles a los gritos de los deprimidos".

Por su parte, el ministro de Desarrollo Social de México, Ernesto Cordero, pidió ante la asamblea que se refuerce la regulación y supervisión de todas las instituciones, instrumentos y mercados.

Ese control debería incluir la supervisión de los fondos de cobertura, las agencias calificadoras, todas las jurisdicciones fiscales, y las asociaciones de reguladores y supervisores, indicó Cordero a los participantes a la cumbre.

El ministro habló en nombre del Grupo de Río, el organismo internacional que reúne a mandatarios de Latinoamérica y el Caribe.

El objetivo de un mayor control es "la clara rendición de cuentas", señaló.

"Para el Grupo de Río, es necesario avanzar en un diálogo que nos lleve hacia la profunda reforma del sistema financiero mundial y su arquitectura", afirmó el ministro.

Cordero también hizo referencia a la inmigración en su discurso, describiendo a los inmigrantes como parte de las poblaciones con mayor riesgo en la crisis actual. El ministro reiteró la necesidad "de eliminar los controles a la migración inconsistentes con los compromisos internacionales aplicables en la materia."

También exhortó a eliminar cualquier forma de discriminación en contra de los trabajadores extranjeros y sus familias.

Por otro lado, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, declaró al inicio de la cumbre que las noticias de estabilización financiera que se oyen en algunos países son sólo "meras señales" y que para la mayoría de naciones no hay pruebas de recuperación aún.

"El verdadero impacto de la crisis podría durar años", dijo Ki-moon, que señaló que millones de familias son empujadas a la pobreza y que 50 millones de puestos de trabajo podría perderse tan sólo en este año.

"Necesitamos solidaridad internacional. Necesitamos a las Naciones Unidas", afirmó.

El secretario general dijo que es necesario conseguir datos reales sobre el impacto de la crisis en los más pobres, mantener los compromisos globales para ayudar a los más desafortunados a salir de la pobreza y trabajar para reformar a los organismos internacionales.

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