jueves, 25 de junio de 2009

La corrupción preocupa más a los iraquíes que la seguridad

BAGDAD.- Muchos iraquíes, acostumbrados a la violencia sectaria entre chiíes y suníes, parecen más preocupados por la corrupción que ha afectado a cada aspecto de la vida diaria y está haciendo mella en las nacientes instituciones públicas de Irak.

La violencia que surgió a raíz de la invasión estadounidense en 2003 está apagándose y a medida que lo hace, los iraquíes se centran más y más en los problemas que salpican su vida diaria, como la electricidad que va y viene, la carencia de agua potable y un sistema de alcantarillado sobrepasado.

A la cabeza de las preocupaciones de muchos está la pandemia de corrupción, que está minando los esfuerzos para reconstruir y proporcionar servicios básicos y que podría sembrar tanto descontento que la insurgencia podría encontrar suelo fértil para renovarse.

"No puedo dar un paso sin sobornar a gente", dijo Adel Hamza, que como jefe de relaciones públicas de una constructora extranjera es responsable de conseguir firmar, sellar y autentificar contratos por las autoridades iraquíes. "Todo el mundo abre la boca, como si estuviera alimentando a pájaros".

Es difícil encontrar a alguien en el Gobierno que dé una cifra de lo que se está pagando en sobornos para contratos gubernamentales, pasaportes u otro tipo de papeleo oficial.

Un destacado responsable oficial, que habló bajo condición de anonimato, dijo que se espera que al menos 4.000 millones de dólares del presupuesto anual de 58.600 millones se perderán.

Cuando los precios del petróleo llegaron a niveles de récord de 147 dólares el barril el año pasado, la economía iraquí se vio inundada de efectivo. Sólo Somalia y Myanmar fueron considerados más corruptos en 2008, según Transparencia Internacional.

El final de junio supondrá el principio de la retirada estadounidense de Irak, cuando las tropas de combate que invadieron el país para derrocar a Sadam Husein se retiren de las ciudades, dejando la seguridad de los centros urbanos en manos de policías y soldados iraquíes.

El primer ministro, Nuri al Maliki, y otros políticos han advertido de que la red islamista Al Qaeda y otros grupos violentos intentarán probablemente aprovecharse de la retirada estadounidense para lanzar más ataques, en un intento por reactivar las disputas sectarias.

Una serie de atentados en torno a Bagdad y otras zonas mataron el lunes a 27 personas y el sábado pasado un camión bomba dejó 73 muertos a las puertas de una mezquita cerca de Kirkuk, en el norte.

Haider Abdul-Muhsin dice que cuando tiene que acceder a responsables del Ministerio del Interior para que le firmen documentos, tiene que repartir dinero como si fuera confeti.

"Desde la puerta de entrada, donde hay un guardia de seguridad, hasta que llego al funcionario, tengo que pagar dinero para que se procesen mis documentos. Esto no es normal", dijo Muhsin.

Tras las acusaciones de corrupción contras los funcionarios en el Ministerio de Comercio, que supervisa el masivo programa de subsidios alimentarios de Irak y las importaciones millonarias de harina, arroz y azúcar cada año, Al Maliki prometió detener lo sobornos.

El ex ministro de Comercio Abdul Falah al Sudany fue arrestado el mes pasado, al igual que uno de sus hermanos. Otro está huido.

"La corrupción económica y administrativa es más peligrosa que el terrorismo porque el terrorismo mata a una persona, o dos, o cien, pero la corrupción mata a millones al privarles de proyectos, desde el acceso a una medicina de calidad (..) y no anima a los inversores internacionales", dijo Ghazi al Kinani, analista económico.

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