Apeló a la responsabilidad de los políticos para no "desprestigiar" el sistema financiero.
Granado hizo estas consideraciones en su intervención en una mesa redonda en Oviedo, que estuvo moderada por el ex rector de la Universidad de Oviedo, Juan Vázquez, y en la que también estuvieron presentes el diputado nacional del PP Álvaro Nadal, y el secretario de Economía y Trabajo de IU, José Antonio García Rubio.
El responsable de asuntos económicos del PSOE recogió el 'guante' que le lanzó Nadal, quien en su intervención previa dijo que a día de hoy los españoles no conocen en qué términos se va a realizar esa reestructuración.
Así, Granado dijo que todo lo que sea poner en entredicho a las entidades financieras puede disminuir su reputación y dificultar la salida a la crisis. "Tenemos que hacer una reestructuración que afectará a las entidades que tenga que afectar, pero intentando que nuestras palabras no se conviertan en parte del problema", señaló.
De cara al futuro, Granado apostó por menos entidades financieras que tengan menos concentrados sus riesgos, que dependan menos de las actividades inmobiliarias, y que vayan progresando "en transparencia y buenas prácticas".
A su juicio, las entidades financieras tienen un problema de liquidez y se han financiado en el exterior exageradamente. No obstante, comentó que no tienen otros problemas porque España se ha dotado de unos sistemas de regulación que no tenían otros países.
Ya en términos más generales, en su intervención Granado señaló que la salida a la crisis no puede hacerse con soluciones "inmediatas", y que cualquier medida tiene efectos positivos y negativos. Consideró razonable recortar el gasto público, pero no a cualquier precio.
Para salir de la situación, dijo que los consensos políticos han de ser territoriales, con un mayor protagonismo de las comunidades autónomas. Así, explicó que las políticas contra la crisis no pueden ser sólo del Gobierno, sino también de las comunidades autónomas, porque gestionan políticas "imprescindibles" para salir con eficiencia de la crisis, como las relativas a empleo o educación.
"No podemos reducir gasto público negándoles recursos a las comunidades autónomas", afirmó.
Reconoció que existen "rigideces" en el mercado laboral, pero el dirigente socialista dijo que las mismas no se refieren al coste de despido.
A juicio de Granado una de las "rigideces" del actual sistema consiste en que se pueda encontrar un trabajo para una persona con discapacidad cerebral y que, sin embargo, se saque fuera del mercado de trabajo, con una jubilación, a otra persona con un simple dolor de espalda.
Granado también consideró primordial que se afronte un pacto importante relativo a la formación, con una mayor relación entre centros educativos y empresas. Comentó que ha habido varios "años perdidos" en relación al proceso de Bolonia y que ahora se acometen las reformas en la Universidad "deprisa y corriendo".
Por su parte, el diputado del PP, Álvaro Nadal, lamentó que España esté recurriendo a un crecimiento "desaforado" de la deuda pública. Explicó que ante la crisis, cualquier familia y empresa se "aprieta el cinturón", algo que también deberían hacer las administraciones públicas, que cuentan con menos ingresos.
Nadal desglosó una serie de propuestas encaminadas a buscar más ingresos mediante una mejora en competitividad, afrontando además los actuales modelos para que sean más "flexibles". También apostó por modificar el sistema del impuesto del IVA.
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