martes, 16 de junio de 2009

La subida de tasas de interés a largo plazo en EEUU amenaza la reactivación

WASHINGTON.- El incremento de las tasas de interés a largo plazo amenaza el embrión de reactivación a la que Estados Unidos espera llegar antes de fin de año y complica la tarea de la Reserva Federal, cuyo esfuerzo está destinado a bajarlas.

El actual aumento de las tasas de los bonos estatales en Estados Unidos podrían frenar el consumo, la inversión y la actividad, en la medida en que otras tasas de interés están vinculadas a ellas.

"Hablar de una reactivación duradera es una fantasía cuando los consumidores no tienen dinero y el crédito está muy restringido", consideraba el lunes Ian Shepherdson, de High Frequency Economics.

Desde diciembre, la tasa de interés a 24 horas en Estados Unidos es prácticamente nula. La Fed (banco central) lanzó a principios de marzo un amplio programa de recompra de los bonos del Tesoro destinados a hacer bajar las tasas a largo plazo, para estimular el crédito y por lo tanto el crecimiento.

Richard Fisher, presidente de la Fed en Dallas (sur de EEUU), reconoció el lunes en la cadena Bloomberg, que "el programa (tuvo) su efecto", pero que se revelaba incapaz de contener "el flujo enorme" provocado por la demanda de financiamiento excepcional del Estado para financiar su plan de reactivación presupuestario.

En dos meses, en medio de emisiones masivas del Estado, la tasa de interés de un bono del Tesoro a 30 años registró un alza espectacular de más de un punto (era de 4,56% el lunes) y el de 10 años, de cerca de un punto (de 3,71%).

El alza de las tasas en las obligaciones del Estado incide sobre las tasas de intereses hipotecarios que suelen tomarlas como referencia del costo del dinero.

Según la encuesta semanal del órgano de financiación hipotercario Freddie Mac, la tasa media para un préstamo hipotecario con tasa fija a 30 años se estableció en 5,59%, en la semana que cerró el 11 de junio. Es su nivel más alto desde fines de noviembre, fecha en la que la Fed decidió comprar en los mercados títulos adosados a préstamos inmobiliarios y al consumo.

Con ello se aleja el objetivo anunciado en enero por el secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner, de ver la tasa de interés en el préstamo hipotecario volver a 4,5%.

El alza de las tasas hipotecarias es "un poco inquietante", concedió Fisher el lunes, cuando la recuperación del mercado inmobiliario a través del cual llegó la crisis, es percibida como una condición indispensable para una reactivación duradera.

Alimentado por el alza de las tasas, el debate se intensifica en la Fed sobre la conveniencia de intensificar el programa de recompra de títulos del Tesoro.

Miembros del Comité de política monetaria del banco central, que se reunirá el 23 y 24 de junio, están muy divididos al respecto.

Algunos juzgan primordial seguir apoyando la economía del país, y otros creen que la Fed debe a empezar a reducir su asistencia, ante el peligro de ver incrementarse demasiado la inflación y aniquilar la reactivación desde su comienzo.

Al recordar el lunes en el New York Times las enseñanzas que dejó la crisis de 1930, el premio Nobel de Economía Paul Krugman exhortó a no preocuparse demasiado por la inflación. Para él, "no es momento de detener la reactivación".

Elizabeth Duke, integrante del Consejo de los gobernadores de la Fed, comparte esta opinión: advirtió el lunes por la noche sobre un "cese prematuro" de las "políticas de apoyo al sector financiero" que podrían traducirse en una "actividad económica mucho más débil".

Por su parte, su colega Kevin Warsh, advirtió que la Reserva Federal no debe renunciar a su tarea de mantener la estabilidad de precios para favorecer la política presupuestaria del gobierno.

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