lunes, 22 de junio de 2009

Las petroleras del mar del Norte, amenazadas por la crisis y la caída de precios

EDIMBURGO.- Las pequeñas compañías que exploran el mar del Norte en busca de petróleo están sufriendo de lleno la crisis del crédito y la caída de los precios del crudo. Tanto, que la mayoría de ellas podría desaparecer pronto, liquidadas o compradas, según especialistas del sector.

El pasado otoño, las compañías de la zona sufrieron el hundimiento de los mercados bursátiles y la fuerte caída del precio del barril de Brent (petróleo de referencia en Europa), que en seis meses pasó de 147,50 a 36 dólares. Este doble golpe "ha afectado sobre todo las pequeñas compañías dedicadas a la exploración", cuyo "modelo de actividad se ve en muy fuertes dificultades", afirma Malcom Webb, presidente de la federación británica Oil & Gas UK.

"Los problemas están en el ámbito de la exploración. Las pequeñas empresas que tienen uno o dos proyectos, financiados esencialmente por los mercados de acciones, no lograrán atraer capitales rápidamente", abunda Bob Keiller, patrón de un importante prestatario de servicios escocés. Ambos se refieren a las decenas de empresas que prosperaron a partir de 1995 en el mar del Norte.

Entonces, todos los factores estaban a su favor: una multitud de campos por descubrir o explotar, demasiado pequeños para que los gigantes BP o Shell se interesaran por ellos, precios en aumento, facilidad de financiación por parte de los bancos y los mercados de capitales, y la bendición del gobierno británico.

"Durante cinco años, bastaba tener un mapa (del subsuelo) y un teléfono para recaudar 50 millones de dólares", ironiza Mike Wagstaff, jefe de Venture Production, una sociedad que ha apostado por la explotación de campos petroleros ya descubiertos, en lugar de la exploración.

Ahora, la crisis ha puesto fin a esa edad de oro. Las sociedades que sólo se dedican a la exploración no pueden sobrevivir con los ingresos de la explotación de un campo. Además, con la caída de su capitalización, tienen complicado conseguir financiación.

"Conozco empresas cuya capitalización era de 60 millones, y ahora sólo valen 3. Las que pueden ser adquiridas sólo sueñan con eso. Las que no tienen deudas morirán por liquidación. Las demás quebrarán", explica bajo el anonimato un banquero conocedor del sector.

"Veremos muchas quiebras", prevé también Bill Transier, fundador de Endeavour, con sede en Aberdeen (Escocia). De momento, sólo ha habido oficialmente dos víctimas. En enero, la canadiense Oilexco se declaró en quiebra. Sus activos británicos fueron comprados por 500 millones de dólares en mayo por un independiente más sólido, Premier Oil. Otra canadiense, Bow Valley Energy, fue adquirida en abril por Dana Petroleum.

Los pocos independientes que sobrevivan a la crisis podrían salir reforzados. "A las sociedades que tienen una buena tesorería, como Venture Production o Dana Petroleum, les va muy bien", asegura Malcolm Webb. Mike Wagstaff, patrón de Venture Production, reconoce estar "mirando" las posibilidades del mercado.

"Pasamos mucho tiempo mirando ocasiones. Haremos negocio de aquí a finales de año", asegura Bill Transier, de Endeavour.

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