martes, 2 de junio de 2009

Los restos avistados en el Atlántico son del avión de Air France

RÍO DE JANEIRO.- Los restos avistados en el océano Atlántico por aviones de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) son sin duda del Airbus de Air France desaparecido con 228 personas a bordo desde la noche del domingo, dijo el martes el ministro de Defensa de Brasil, Nelson Jobim.

"No hay la menor duda de que los destrozos son del avión de Air France", afirmó Jobim en conferencia de prensa en Río de Janeiro.

El ministro confirmó que un avión Hércules C-130 de la FAB "visualizó restos, o sea, vio material diverso en una faja de cinco kilómetros".

Barcos de la Marina de Brasil que se dirigen al área del océano indicada por la FAB recogerán los restos, dijo Jobim, agregando que la gran dificultad será encontrar las cajas negras del Airbus 330 que volaba de Río de Janeiro a París.

La FAB dijo previamente que entre los restos avistados figuraba un asiento de avión, trozos de metal y vestigios de aceite y queroseno.

El moderno Airbus 330-200 de Air France, que llevaba 216 pasajeros y 12 tripulantes a bordo, se había adentrado en el Atlántico cuando desapareció de los radares en una zona de tormentas y tras informar de turbulencias, unas cuatro horas después de despegar del Aeropuerto Santos Dumont de Río.

Poco antes de la pérdida de contacto a primera hora del lunes, la nave había enviado una señal automática al centro de control de Air France advirtiendo de fallos eléctricos, sin que la tripulación hubiera informado de algún problema.

La falta de señales de socorro de la tripulación de la nave de Air France desconcierta a los expertos en aviación, que dicen que no tienen la suficiente información para entender cómo un avión tan moderno pudo haber desaparecido sin dejar rastro.

"Tienen que considerarse todos los escenarios", dijo el ministro francés de Defensa, Hervé Morin, en declaraciones a la radio Europe 1.

"No podemos descartar un acto terrorista ya que el terrorismo es la principal amenaza a las democracias occidentales, pero en este momento no tenemos ningún elemento en absoluto que indique que un acto de este tipo pudiera haber causado este accidente", agregó.

Si no se encuentran supervivientes, este sería el peor desastre aéreo en los 75 años de historia de Air France, y el que registraría más víctimas mortales desde que uno de los aviones Concorde de la compañía se estrelló en 2000.

Air France indicó que un rayo podría ser el responsable de los fallos y que varios de los mecanismos del Airbus, que tiene un buen historial de seguridad, podrían haber fallado.

Pero, los expertos dijeron que la caída de rayos en aviones era común y que por sí sola no podía explicar un desastre.

También afirmaron que la nave podría haber sufrido un fallo eléctrico que haya afectado a los instrumentos de navegación, lo que hubiera dejado efectivamente "ciegos" a los pilotos en medio de un área de notorio mal tiempo.

La Organización Mundial Meteorológica (OMM) dijo que dos aviones de Lufthansa que habrían cruzado la misma zona que el vuelo desaparecido de Air France media hora antes pueden brindar claves para la investigación.

Caja negra

El avistamiento de posibles restos de un avión de Air France desaparecido señala el inicio de lo que podría ser una de las operaciones más desafiantes de la historia para recuperar la "caja negra" y saber qué sucedió en el avión.

La caja, que en realidad está compuesta por dos dispositivos independientes que contienen la grabación de voz del piloto y datos instrumentales, es la mejor opción para descubrir por qué el Airbus desapareció en una tormenta en el Atlántico.

Los dispositivos están diseñado para enviar señales de localización cuando alcanzan el agua, pero simplemente encontrarlos representa una de las tareas de recuperación más desalentadoras desde la búsqueda del Titanic y, con suerte, podría llevar meses, según los expertos.

Si están en aguas tan profundas como algunos temen, a 4.000 metros o más, los sumergibles no tripulados serían puestos a prueba hasta el límite. Desastres anteriores han llevado a avances en los dispositivos que dan esperanzas para poder averiguar qué sucedió.

"Hay una buena oportunidad de que la grabación sobreviva pero el principal problema sería encontrarla", dijo Derek Clarke, director gerente adjunto de Divex, con sede en Aberdeen, Escocia, que diseña y construye equipamiento para buceo comercial y militar.

"Si piensas en lo que se tardó en encontrar el Titanic y que los restos (del avión) serían más pequeños, estás buscando una aguja en un pajar. Rápidamente estás buscando en un área muy grande para rastrear y la búsqueda con sonares a gran profundidad podría tardar meses".

Las cajas negras tienen un luz de aviso subacuática denominada faro que se activa cuando la grabación se sumerge en agua. El faro puede transmitir a profundidades de hasta 4.300 metros, según El Consejo de Seguridad Nacional en el Transporte de EEUU.

Clarke pasa el tiempo preparándose para lo inimaginable como parte de una red de la industria que está en espera para contribuir en el rescate de submarinos

Pero las profundidades de esta parte del océano exceden en gran medida los 600 metros en los que cualquier marina podría intentar un rescate submarino con éxito, según un experto de buceo de la Marina Real británica.

Brasil anunció el martes que sus aviones militares habían detectado restos a 650 kilómetros de su costa norte.

Hablando antes de conocer este dato y basándose en las informaciones sobre la posible localización del avión, Neil Wells, profesor de oceanografía y meteorología del Centro Oceanográfico Nacional Británico, dijo que la caja negra podría estar a más de 4.000 metros de profundidad.

"No hay duda al respecto: pondrá la tecnología al límite. No es una operación directa".

La industria petrolera tiene una significativa capacidad a gran profundidad teledirigida, pero sólo opera hasta los 3.000 metros, dijo Clarke. Tales profundidades están muy lejos del alcance del hombre.

Un puñado de minisubmarinos que trabajan a gran profundidad como Alvin, de la Marina de EEUU, que examinó los restos del Titanic a 4.000 metros en el Atlántico en 1986, podrían estar equipados para trabajar a esa distancia.

Sea cual sea el reto, los expertos de la industria dicen que lo que está en juego es demasiado importante para acabar con la búsqueda.

"No saber qué paso sería totalmente inaceptable para Airbus y la aviación en general", dijo David Learmount, editor de operaciones y seguridad de la revista Aeroespacial con sede en Reino Unido Flight International.

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