lunes, 22 de junio de 2009

Los restos de Vicente Ferrer ya descansan para siempre en tierra india

ANANTAPUR.- Unas 100.000 personas han despedido este lunes al cooperante español Vicente Ferrer en un funeral de Estado celebrado en Bathalapalli (India), en el que participaron representantes del Gobierno de Andra Pradesh y del de España.

Ante varios miles de indios procedentes de los pueblos en los que Vicente Ferrer llevó a cabo su labor humanitaria, el cooperante catalán fue enterrado hoy con la esperanza de los asistentes de que su "espíritu" continúe siempre vivo en la India.

La ceremonia fúnebre, que se inició hacia las 11.00 horas locales (5.30 GMT), tuvo lugar al aire libre, en una explanada en el municipio de Bathalapalli, donde la organización tiene su hospital más importante, bajo una sencilla estructura metálica cubierta con un telar de vivos colores.

Durante el sepelio, que los lugareños pudieron seguir a través de dos pantallas gigantes instaladas para la ocasión, se leyeron escrituras sagradas hindúes e islámicas, así como algunos pasajes bíblicos.

La familia de Ferrer y miembros de la Fundación cubrieron entonces el féretro de flores y el filántropo fue inhumado al son de una versión instrumental de la tradicional canción "L'hora dels adéus", interpretada por una banda india.

No faltó tampoco el disparo de salvas, ya que las autoridades de Andhra habían declarado un funeral de Estado para Ferrer.

Muchos indios, algunos entre lágrimas, se acercaron luego a la tumba de Ferrer, bajo la vigilancia de las fuerzas de seguridad, para depositar centenares de flores naranjas y quemar incienso antes de empezar muy lentamente a dispersarse.

Vestida de riguroso blanco, como manda la tradición funeraria hindú, la viuda del humanista catalán, Anna Ferrer, dijo durante la ceremonia que su marido continúa "vivo" en los pueblos del distrito de Anantapur, epicentro de su obra social, y en los corazones de quienes le conocieron.

Anna, quien pronunció un breve discurso en telugu, lengua propia del estado meridional de Andhra, al que pertenece Anantapur, aseguró que la ONG continuará con la labor emprendida por su marido, según la traducción ofrecida por la Fundación Vicente Ferrer.

El hijo del filántropo, Moncho, que cargó a hombros el féretro de su padre junto a otras personas, se comprometió también en su breve alocución a continuar con el legado de Ferrer, fallecido el pasado viernes a los 89 años debido a una parada cardiorrespiratoria.

Y lamentó que no sólo él había perdido a su padre, sino todos los presentes en el sepelio.

El cooperante, de 89 años, murió el pasado viernes en Anantapur, donde el 19 de marzo sufrió una embolia cerebral y, tras ser trasladado a Vellore, fue dado de alta el 25 de abril para seguir la recuperación en su domicilio.

El coche fúnebre salió de Anantapur, residencia habitual de Ferrer, sobre las 8.30 horas (en India), acompañado de varios coches con el presidente del Congreso, José Bono, y la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Saénz de Santamaría, entre otros.

Una banda de música acompañó a la comitiva hasta Bathalapalli, en un trayecto que duró aproximadamente una hora por la multitud de gente que acudía al acto, y el ejército disparó tres salvas de honor dando inicio a la ceremonia.

Moncho Ferrer, afirmó en un discurso en telugu, la lengua local de Anantapur, que estaba triste y feliz a la vez, triste por la pérdida de su padre pero feliz al ver cómo la gente le quería después de 40 años trabajando. "Al principio le decían a Vicente que se fuera y ahora no quieren que se vaya", señaló.

La viuda del cooperante, Anne Ferrer, afirmó que el fallecido estará vivo entre los corazones de todos y "en todos los rincones" de Anantapur, y se comprometió a continuar trabajando con la misma fuerza con la que lo hacía su marido.

Le siguió el responsable regional de Agricultura, Raghuveera Reddy, quien declaró que Ferrer ya no acompañará físicamente a los ciudadanos de la zona, pero que su espíritu permanecerá.

El ministro de Andhra añadió que las autoridades levantarán una estatua en honor del filántropo catalán, a quien describió como una persona apolítica que tenía buenas relaciones con todos.

También agradeció la presencia del presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, quien acudió en representación de España al sepelio, al que asistieron unas 15.000 personas, según cálculos provisionales ofrecidos por la Fundación Vicente Ferrer.

Durante el acto sonaron, aparte de canciones como 'És l'hora dels adéus', 'You never walk alone' y varias de la banda sonora de 'Doctor Zivago', una de las películas preferidas de Ferrer. Tras los gritos de "Vicente vive", depositaron flores en la tumba del cooperante, sobre la cual se puso una cruz con la inscripción 'Father Vicente' y la fecha de la defunción.

La Fundación anunció que tiene previsto celebrar también un homenaje en Barcelona durante el mes de julio, así como que se ubicará una estatua de Vicente Ferrer en Anantapur.

En la sala donde en los últimos días unas 300.000 personas se despidieron del cuerpo de Ferrer hay colgado un cartel con una cita del humanista, que ya descansa en el vientre de la India:

"Estoy seguro de que ninguna buena acción se pierde en este mundo. En algún lugar, quedará para siempre. Y ese lugar es Anantapur".

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