martes, 23 de junio de 2009

Merkel y Obama, cumbre con fricciones por respuestas diferentes a la crisis

WASHINGTON.- El presidente estadounidense, Barack Obama, y la canciller alemana, Angela Merkel, buscarán esta semana en Washington limar las discrepancias entre la mayor potencia y el mayor exportador del planeta sobre las respuestas a la crisis mundial, de cara a la próxima cumbre del G8 en Italia.

El encuentro del viernes en la Casa Blanca tendrá lugar menos de dos semanas antes de la reunión del G8 en Italia, donde los dirigentes de los países más industrializados presentarán sus propuestas sobre la regulación de los mercados financieros y la lucha contra el calentamiento climático, dos asuntos sobre los que Berlín y Washington mantienen divergencias.

"Trabajaré para asegurarme de que salimos más fuertes de esta crisis", lo que "sólo podremos lograr si trabajamos juntos", declaró el fin de semana la canciller conservadora, que estará en Washington a partir del jueves.

Angela Merkel, que aspira a renovar su mandato en las elecciones generales de septiembre, no se ha privado de criticar las medidas de Obama ante la crisis económica, mostrándose inquieta por los riesgos inflacionistas.

Alemania, donde unos 300.000 empleos fueron destruidos desde septiembre, se está viendo muy afectada por la crisis económica mundial. La debilidad del dólar, unida a unas tasas de interés muy bajas, son un golpe añadido a la competitividad de las exportaciones alemanas, fundamento de la primera economía europea.

Según su entorno, la canciller espera de Obama una "estrategia de salida" de crisis clara, tras los planes de estímulo masivos anunciados por el presidente estadounidense.

Merkel también ha criticado la Reserva Federal (Fed) norteamericana, al atacar su compra masiva de deuda pública y privada.

"La crisis ha resaltado las diferencias de enfoque económico entre ambos países", destaca Christian Tuschhoff, especialista de las relaciones transatlánticas en la Freie Universität de Berlín.

"La economía social de mercado (alemana) y el libre mercado de Estados Unidos son fundamentalmente diferentes, y habría habido tensiones fueran quienes fueran los dos dirigentes", considera.

En el capítulo climático, Angela Merkel se felicitó por la disposición de Barack Obama de hacer más que su predecesor George W. Bush, aunque parece dudar de la sinceridad del apoyo político estadounidense a la reducción de emisiones.

El lunes, Merkel acordó con el primer ministro japonés, Taro Aso, presionar juntos a los países más contaminantes, entre ellos Estados Unidos, para que se impliquen en el próximo acuerdo internacional de lucha contra el cambio climático.

El presidente Obama se dijo "optimista por el papel de líder" que Estados Unidos podría desempeñar en la lucha contra el calentamiento climático, durante su visita a Dresde (este de Alemania) en junio. Sin embargo, no habló de objetivos cifrados.

Por su lado, Merkel no expresó ningún compromiso preciso tras su promesa de ayudar a Obama a cerrar la prisión de Guantánamo.

En principio ambos dirigentes hablarán también de las negociaciones de desarme con Rusia, de Oriente Medio, del programa nuclear norcoreano y de las protestas en Irán tras la elección presidencial.

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