jueves, 4 de junio de 2009

Pese al declive, las remesas seguirán siendo importantes para México

MÉXICO.- Pese a la caída que han registrado en los últimos meses, es previsible que las remesas se mantengan en el largo plazo como una importante fuente de divisas para México por el alto número de mexicanos que viven en Estados Unidos, estimó un funcionario del banco central.

El director de medición económica del Banco de México, Daniel Chiquiar, comentó el jueves que la caída de 18,67% de las remesas en abril "es congruente" con la tendencia a la baja que han tenido los envíos desde finales de 2007, lo cual podría cambiar una vez que se estabilice la situación económica en Estados Unidos, donde radica la mayoría de emigrantes mexicanos.

Dijo que una mejora en la situación económica estadounidense podría traducirse incluso en un repunte de las remesas, aunque advirtió que en este momento de incertidumbre es difícil pronosticar cuándo ocurriría.

En el largo plazo, consideró que las remesas mantendrán su importancia y que actualmente las colocan como la segunda fuente de ingresos de divisas, sólo detrás de la exportación de petróleo.

"Dado el número de mexicanos emigrantes en el exterior y dado que todavía la economía mexicana no está reportando tasas de crecimiento más elevadas, es de esperarse que las remesas continúen siendo un flujo relativamente importante de entrada de recursos", dijo Chiquiar.

Los futuros niveles de remesas dependerán de factores como las condiciones legales de los mexicanos en Estados Unidos. "La política migratoria que tome ese país puede dar vaivenes que pueden afectar de una manera importante el flujo de remesas", dijo.

Los envíos ascendieron a 25.145 millones de dólares en 2008, una disminución de 3,6% respecto al año previo y la primera vez que cayeron desde que se tiene registro de esos ingresos. Aún así, México se mantiene como el principal receptor de remesas en Latinoamérica y el tercero a nivel mundial, después de India y China.

El funcionario dijo que la tendencia a la baja de los envíos se explica por la caída en los niveles de empleo en Estados Unidos, sobre todo en construcción y manufactura que da empleo a un 38% de los mexicanos que radican en esa nación; así como a mayores dificultades para emigrar.

Prácticamente la totalidad de las remesas son enviadas desde Estados Unidos, donde residen unos 11,8 millones de mexicanos, más del 98% de los que radican en el exterior.

El banco central informó esta semana que las remesas en abril ascendieron a 1.779 millones de dólares, una caída de 18,67% respecto a los 2.188 millones de dólares.

El registro de remesas comenzó a hacerlo en 1996 y desde entonces la anterior peor caída había ocurrido en agosto de 2008, cuando disminuyeron un 13%.

Chiquiar dijo que la caída de abril "no es un dato extraordinariamente diferente" a la tendencia que han mostrado, aunque señaló que es un porcentaje que llama la atención porque en los dos meses previos la tasa negativa no fue tan alta: -0,54% en marzo y -3,02% en febrero.

En febrero y marzo la caída coincidió con una depreciación del peso frente al dólar que implicó tener una mayor ganancia cambiaria, indicó el funcionario. Para abril, la moneda mexicana volvió a ganar respecto a la divisa estadounidense.

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