domingo, 21 de junio de 2009

Rusia quiere poner un pié en África

MOSCÚ.- El presidente ruso, Dimitri Medvedev, incicia esta semana una gira por África con el objetivo de hacer que Rusia renueve su presencia en ese continente, en donde la influencia de Moscú, importante durante la Guerra Fría, desapareció tras la caída de la URSS.

Medvedev viajará primero a Egipto, luego a Nigeria y a Namibia y terminará su gira en Angola con el objetivo de extender la presencia económica rusa en África.

Su predecesor, el actual primer ministro, Vladimir Putin, fue el único ocupante del Kremlin en viajar al África subsahariana en 2006 con ocasión de un viaje a Marruecos y Sudáfrica.

"Si los estadounidenses están activos en el espacio 'postsoviético', es natural que nuestros dirigentes quieran mostrar que podemos estar activos fuera de este espacio", estimó Apollon Davidson, prominente africanista de Rusia.

En especial ya que durante la Guerra Fría el continente africano fue uno de los territorios en donde los estadounidenses y los rusos mantuvieron una lucha de influencia, como en Angola, y en donde los conflictos entre las fuerzas pro occidentales y las comunistas fueron numerosos.

En la actualidad la lucha es ante todo económica y se concentra en las reservas naturales de África (petróleo, gas, diamantes, minerales y uranio) que siguen ampliamente sin ser explotadas.

El gigante del gas ruso, Gazprom, se mostró dispuesto a desafiar a su competencia occidental en África y lamentó el atraso en esta tarea, consecuencia del retiro de Moscú del continente tras la caída de la URSS en 1991, retraso que podría ser difícil de recuperar.

"Tradicionalmente nuestras relaciones económicas y comerciales no son muy fuertes, ya que los vínculos entre la Unión Soviética y África tenían en primer lugar fundamentos políticos e ideológicos", explicó Davidson.

El otro problema para que Rusia se implante nuevamente en el continente es que la competencia hoy es múltiple, ya que China, entre otros, hizo grandes progresos en la búsqueda de las riquezas africanas.

"Muy claramente, será mucho más duro que durante los años 1980, en donde o se formaba parte del bloque occidental o del bloque soviético", subrayó Samir Gadio, analista en Moscú para el banco de inversión Renaissance Capital.

Egipto es el principal socio comercial de Rusia en África, mientras que las relaciones económicas con Angola, Nigeria y Namibia, que dispone entre otras cosas de importantes minas de uranio, son insignificantes, destaca Gadio.

Pero Nigeria podría atraer "una cantidad creciente de inversiones directas" rusas si Gazprom obtiene un contrato para construir un nuevo gasoducto, señala el experto.

Al gigante del gas ruso le gustaría participar en el proyecto de gasoducto transsahariano cuyo objetivo es el de suministrar a Europa en gas nigeriano, un trazado apoyado por la Unión Europea (UE) que busca reducir su dependencia energética de Rusia.

Durante la visita de Medvedev, Nigeria y Rusia firmarán un acuerdo de cooperación en el sector energético nuclear y crearán una empresa conjunta, entre Gazprom y la Nigerian National Petroleum Corporation.

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