jueves, 16 de julio de 2009

Almunia dice que los países europeos deben tener en su agenda reformas que favorezcan la creación de empleo

SAN SEBASTIÁN.- El comisario europeo de Economía y Finanzas, Joaquín Almunia, opinó hoy que la actual crisis exige que los países europeos tengan en su "agenda" de los próximos años, además de las medidas económicas que ya están aplicando, como el estímulo presupuestario o el apoyo al sistema financiero, "reformas" que "mejoren su capacidad productiva" y que "favorezcan la generación del máximo empleo posible".

Almunia clausuró hoy en San Sebastián, acompañado de la presidenta del Parlamento vasco, Arantza Quiroga, el XXI Seminario sobre Europa Central.20 años sin muro: del colapso comunista al del paradigma capitalista", desarrollado en el marco de los Cursos de Verano de la Universidad del País Vasco UPV en el Palacio Miramar de la capital guipuzcoana.

El comisario europeo de Economía y Finanzas consideró que "el principal problema" de la economía durante este año y el siguiente, tras 10 meses en una situación "muy dramática de la que se está recuperando", va a "seguir siendo el aumento del desempleo".

Tras explicar que la generación de empleo resulta especialmente "difícil" en esta coyuntura, puesto que "los inversores se retraen" y a su vez la falta de crecimiento económico destruye más puestos de trabajo, apostó por superar este "núcleo gordiano" logrando, "en pocos años", que "Europa tenga al menos el crecimiento potencial que tenían antes de la crisis", puesto que "en la próxima década el envejecimiento de la población provocará de nuevo una presión a la baja de nuestra capacidad de crecimiento".

Para ello, abogó por adoptar "medidas contundentes" y "lo más ambiciosas posibles" para que el desempleo no se convierta en "estructural", mientras se continúa "tratando los problemas del sistema financiero que no están resueltos" y se sigue "utilizando los instrumentos de la política económica de una forma activa, compensando la falta de actividad del sector privado" y a la vez "definiendo estrategias de consolidación presupuestaria", porque los niveles de endeudamiento alcanzados provocarán en los próximos años "una presión permanente".

Además, Almunia consideró necesario crear "condiciones" para que "quien esté dispuesto a invertir lo haga con los menores obstáculos y las menores trabas burocráticas posibles" y con "los mayores incentivos y apoyos".

A su juicio, "sólo" con actuaciones dirigidas "a crear un entorno favorable para la innovación, para la inversión productiva y para quienes están dispuestos a asumir riesgo", así como a favorecer "la asunción de esos riesgos, a través de mecanismos de financiación, y a reforzar la cualificación de los recursos humanos para tener inversores y empresarios formados", se podrá cambiar el actual modelo de crecimiento y "recoger los frutos" de ello.

En el caso de España, Almunia explicó que la "importante" destrucción de empleo experimentada procede de la "crisis del sector de la construcción, en particular del de la vivienda", frente a lo cual, abogó por, en lugar de esperar a su recuperación lo cual "tan siquiera sería deseable", encontrar, "lo antes posible, otros alternativos" que ofrezcan un crecimiento "más sólido, más sostenible y más intensivo en valor añadido y capaz de crear empleo".

Tras reconocer que esto "no es fácil", opinó que las políticas públicas deben centrarse en "crear las condiciones para que la inversión, los recursos económicos se dirijan hacia los sectores más rentables", por lo que hay que llevar a cabo reformas encaminadas a "mejorar el funcionamiento del sistema financiero" para que "asigne recursos de manera eficaz" y también de los mercados, de manera que los recursos "se desplacen donde hay posibilidades de obtener la máxima rentabilidad posible en términos económicos y sociales".

A su juicio, estos son "los principales desafíos", especialmente en los nuevos países miembros de la Unión Europea que están "sufriendo especialmente la crisis".

Respecto a la situación del sistema financiero español, Almunia indicó que "en términos relativos es claramente mejor a la de otros países", como ejemplo apuntó que en España "hasta ahora no se ha destinado ni un sólo euro de los contribuyentes a salvar a una entidad financiera".

Según indicó, esto se debe a que han estado "muchísimo mejor gestionados" y también "mejor regulados y controlados", entre otras cosas, porque el Banco de España "prohibió la inversión en productos tóxicos" y la creación de entidades fuera de balance para "ocultar al supervisor determinado tipo de prácticas", lo cual ha supuesto "una gran ventaja", para los bancos españoles, que, además, han tenido que "cumplir con un sistema de provisiones dinámicas" que hoy es "modelo mundial de reglas prudenciales y sobre recursos propios".

No obstante, indicó que esto "no quita para que la debilidad de la economía española, en particular del sector de la vivienda", está haciendo que la morosidad aumente lo que requerirá de "una atención especial".

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