lunes, 13 de julio de 2009

Arranca un proyecto de energía solar para Europa en África y Oriente Medio

MUNICH.- Una docena de empresas, en su mayoría alemanas, dieron este lunes el pistoletazo de salida a un proyecto faraónico: una vasta red de centrales solares en el norte de África y en Oriente Medio, para alimentar Europa con energía 'limpia'.

El protocolo de acuerdo fue firmado en Múnich (sur de Alemania) para la creación de una oficina de estudios de este proyecto, que necesitará una inversión de 400.000 millones de euros (577.700 millones de dólares).

Entre las empresas que participan, se encuentran los gigantes alemanes de la energía EON y RWE, la aseguradora Munich Re, el banco Deutsche Bank, fabricantes solares como el español Abengoa Solar, el argelino Cevital y la fundación creadora de este proyecto, nombrado 'Desertec'.

La oficina de estudios, que se creará de aquí a finales de octubre, elaborará planes de inversión para los tres próximos años.

En teoría, Desertec se presenta como la solución a todos los grandes desafíos medioambientales y económicos actuales. Promete cubrir en un futuro el 15% de las necesidades energéticas de Europa y "una parte considerable" de aquellos de los países productores, de reducir la producción de CO2, pero también de desalinizar el agua de mar para aprovisionar con agua potable las poblaciones locales y contribuir a su desarrollo.

Para ello, contará con una red de centrales térmicas solares diseminadas entre Marruecos y Arabia Saudí y que estaría unida a Europa a través de cables eléctricos submarinos.

"Hoy hemos dado un paso adelante" hacia su realización, se felicitó Nikolaus von Bomhard, consejero delegado de Munich Re, durante una conferencia de prensa.

Pero permanecen sin resolver varios asuntos, como los lugares en los que se colocarán estas instalaciones, su fecha de puesta en servicio, el coste de la corriente producida, el beneficio que se repartirán los países africanos y árabes, la falta de estabilidad política en algunas de las regiones productoras y la financiación de este proyecto, cuyo coste está estimado en unos 400.000 millones de euros (577.700 millones de dólares).

No se dio ninguna respuesta concreta este lunes, los promotores de Desertec argumentaron que le corresponde ahora a la oficina de estudios responder a esas preguntas, pero defendieron la viabilidad del proyecto.

Para Torsten Jeworrek, miembro del directorio de Munich Re, tiene sentido instalarse en África porque "los sitios de producción son más soleados" que en el sur de Europa. También desestimó los riesgos terroristas y argumentó, al contrario, que el aporte de Desertec al desarrollo económico de estas regiones podría contribuir a su estabilidad política.

Pero hasta que este proyecto faraónico pueda ver el día, todavía queda tiempo. Estos planes están concebido para 2050 (aunque algunas instalaciones deberían ser construidas antes), la cuestión de su financiación no está solucionada y necesitará el respaldo de los políticos.

La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, ya han apoyado la iniciativa, pero Desertec no escapa a las críticas.

Para el diputados socialdemócrata alemán, Hermann Scheer, no hace falta ir a África para abastecer a Europa con energía limpia.

"Podríamos invertir los 400.000 millones de euros aquí", explicó, defendiendo la idea de una red descentralizada de operadores en energías verdes, en vez de dejarlo en manos de un monopolio de grandes empresas.

Otros dudan de las oportunidades de desarrollo para los países productores y piensan que el interés defendido es ante todo el de Europa. El diario Handesblatt lo resume en una palabra: "ecocolonialismo".

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