miércoles, 8 de julio de 2009

Buenos Aires, ciudad desierta por el temor a la gripe

BUENOS AIRES.- La capital de Argentina se transformaba este miércoles en una ciudad desierta, semejante al Distrito Federal de México en el peor momento de la pandemia de gripe porcina, tras declararse festivo sanitario cuando el balance provisional arroja 70 muertos por el virus.

La tradicional calle Corrientes -un centro neurálgico de la actividad cultural porteña- lucía desconocida con las puertas de los principales teatros y salas de espectáculos de tango cerradas 10 días por decisión de los empresarios, ante el temor del público al contagio.

"Hoy ya era evidente la poca afluencia de vehículos en los accesos a la Ciudad. La gente se va a quedar en sus casas todo el fin de semana largo como prevención", dijo Anabella Barugel (41 años), encargada de la agencia de turismo Maverick.

Ante los consejos de reclusión de los especialistas para evitar el contagio, algunas personas ya han optado por trabajar desde su casa.

Millones de estudiantes de nivel primario y secundario tienen una página especial del ministerio de Educación en internet para mantener las tareas en el receso escolar que se prolongará hasta fin de julio.

"¡Dos tapabocas al precio de uno!", voceaba un vendedor ambulante en la calle tratando de hacer negocio con la crisis, como quienes ofrecen en el Subte (metro) alcohol en gel, un tesoro difícil de conseguir por estos días.

Al encierro de los porteños se sumará la ausencia de viajeros, como lo destacó Barugel, al afirmar que "si bien estamos en temporada baja, el turismo viene bajando desde hace tiempo, primero con la crisis financiera internacional, después con el dengue... ahora con la gripe".

La caída del turismo también preocupa a Diego Iriarte (28 años), encargado de vender entradas en el Piazzola Tango, en una tradicional galería de la peatonal Florida. "En el invierno vienen muchos brasileños, pero este año la situación cambió, en especial por la recomendación del Gobierno (del presidente Luiz Inacio Lula Da Silva) de que los brasileños no viajaran a Argentina por la gripe", dijo el joven.

El coqueto lugar, que lleva el apellido de uno de los más grandes de la música argentina, ofrece cena y espectáculo de tango y es un imán para los turistas. "Creo que estos días va a estar muy tranquilo. La venta de entradas viene cayendo y las agencias de viaje con las que trabajamos nos informaron que se cayeron reservas por la epidemia", reveló Iriarte.

La parálisis porteña se extenderá hasta el lunes por el festivo del Día de la Independencia del jueves y el inédito festivo sanitario que el gobierno decretó para la administración pública el viernes, al que se sumaron los bancos.

Con al menos 70 muertos y más de 2.800 casos confirmados por muestras de laboratorio, las autoridades sanitarias infieren que unas 100.000 personas portaron la enfermedad con síntomas leves o de forma asintomática, pero están curadas.

"Creo que la ciudad pintará semidesértica. Nosotros tenemos cero expectativa", anticipó Barugel en una oficina cerca del tradicional Obelisco.

La Ciudad de Buenos Aires y sus alrededores, donde viven unos 18 millones de personas, son hasta ahora las regiones más castigadas de Argentina, que se encuentra en el tercer lugar por muertes en el mundo, detrás de México (119) y Estados Unidos (170).

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