Según el estudio del Instituto de la ONU de Investigación para el Desarme, en colaboración con el Instituto de Altos Estudios Internacionales y de Desarrollo, la demanda de armas en ese país fue responsable de un 48 por ciento del aumento de las importaciones mundiales entre 2000 y 2006.
En ese periodo (el más reciente para el que se tiene estadísticas representativas) el comercio legal de armas a nivel mundial -incluyendo piezas de repuestos, accesorios y municiones- subió un 28 por ciento, lo que representa 653 millones de dólares.
Con nuevas y mejores fuentes de datos que en el pasado, el informe establece que el comercio autorizado de armas y componentes anexos en 2006 (año al que se remontan los datos más recientes) totalizó 1.580 millones de dólares, una cifra que incluye 140 millones de dólares por transferencias de armas no registradas en los canales oficiales.
"Los datos demuestran que el comercio mundial de armas pequeñas y ligeras es sólido e incluso se encuentra en plena expansión, y que las armas cortas son el motor de dicho comercio", afirmó en una rueda de prensa el director de la investigación, Keith Krause.
Reconoció, a ese respecto, que ha sido imposible determinar si esas armas se han destinado a las fuerzas de seguridad o a los civiles.
Analizando los datos aduaneros correspondientes a 2006, el informe señala que los principales exportadores de ese tipo de armas (más las piezas de repuesto, accesorios y municiones) son, en orden descendiente, Estados Unidos, Italia, Alemania, Brasil, Austria y Bélgica.
A su vez, los primeros importadores son Estados Unidos, Francia, Japón, Canadá, Corea del Sur, Alemania y Australia.
De acuerdo con el análisis, es probable que China y Rusia formen parte del grupo de principales exportadores, pero con los datos aduaneros como única prueba "es imposible afirmarlo".
En cambio, los países exportadores que muestran más transparencia son Suiza, Reino Unido, Alemania y Noruega.
En el extremo opuesto, los exportadores con el menor grado de transparencia son Irán y Corea del Norte, seguidos por Sudáfrica, Rusia, Israel y Taiwán.
En referencia al impacto de la circulación de armas en la sociedad civil, el analista Robert Muggah dijo que América Latina es la región, junto con África austral, con la mayor tasa de homicidios con arma de fuego en el mundo.
Sostuvo que en algunos países, particularmente de Centroamérica, los índices de homicidios exceden incluso los de Sudán y partes de Irak y de Afganistán.
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