"Es una garantía moral", incidió.
Durante su intervención en los cursos del Campus FAES que se celebran en Navacerrada, Lundgren pronunció un discurso sobre 'Gestión y resolución de crisis bancarias' en el que insistió en la necesidad de que los gobiernos intervengan "lo antes posible y de manera fuerte".
"Se trata de una gestión de crisis pura, no tiene nada que ver con las ideas políticas", recalcó.
En su opinión, las nacionalizaciones son una posibilidad a la que no hay que temer: "A mi no me gustan las nacionalizaciones, pero hay que saber cuándo es preferible hacerlo con un banco, sanearlo y privatizarlo después".
A su juicio, el objetivo de la acción gubernamental deber ser "evitar, o al menos minimizar" la contracción del crédito, para lo que las medidas esenciales pasan por que los bancos centrales mantengan la liquidez, los gobiernos restauren la confianza y, finalmente, que se recupere la base del capital. "Si ésta se encoge es el fin", alertó.
Por este motivo, subrayó la importancia de los "consensos políticos, que facilitan la salida de esta situación y la aprobación en el Parlamento de las medidas adoptadas por el Gobierno".
Lundgren señaló que Estados Unidos fue el epicentro del colapso económico mundial, como resultado de una "mala política monetaria", los errores cometidos por los bancos en la gestión de su capacidad de endeudamiento y, por último, los de los políticos.
"Han deseado que todo el mundo pudiera acceder a un crédito, pero el mundo no es justo", lamentó.
"La izquierda gasta primero y analiza después, o ni siquiera entonces", concluyó.
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