jueves, 23 de julio de 2009

El peso de China en la lista de las 500 mayores empresas del mundo es falso

PEKÍN.- El novedoso peso de las empresas chinas en la clasificación anual de las 500 mayores compañías del mundo publicada por la revista Fortune refleja más el poder de Pekín que la competitividad de esas sociedades, según expertos.

En total, 34 empresas chinas y tres de Hong Kong figuran en la clasificación, nueve de ellas por primera vez.

China entró además por vez primera en el 'top 10' con el grupo petrolero Sinopec, que ocupa la novena plaza.

Pero las empresas chinas seleccionadas tienen una particularidad, y es que casi todas son públicas, aparte de la acería Shagang, 35ª de la lista. Veinticuatro están directamente administradas por el gobierno central.

"Usted puede ser grande porque es competitivo, y tiene buenos productos. O puede ser grande porque es un monopolio del Estado que aplasta la competencia. La lista no establece ninguna distinción", destaca Huang Yasheng, autor del 'Capitalismo de características chinas', y profesor en el Massachusetts Institute of Technology (MIT).

Si, en lugar de basarse en la cifra de negocios, la clasificación de Fortune se centrara en la rentabilidad, la presencia china se reduciría, afirma por su parte Zhang Ming, economista de la Academia de Ciencias Sociales de China.

"La mayor parte de empresas chinas (de la lista) están controladas por el Estado, porque están en posición de monopolio, y se benefician de políticas favorables y fondos públicos. Si perdieran esa posición, ¿seguirían siendo importantes y rentables? Podemos dudarlo", declara.

Para Zhang, al cabo de 30 años de reformas en dirección de un sistema económico de mercado, ha llegado el momento de dejar que el sector privado se realice, en un sistema auténticamente competitivo, libre de la dominación de grandes compañías públicas. Más aún cuando el estar en posición de monopolio les hace perder "la iniciativa de explorar la alta tecnología y la investigación", exclama.

La clasificación también pone de relieve hasta qué punto esas empresas se han visto protegidas de la crisis internacional por su amparo gubernamental.

"Las sociedades públicas tienen un amplio acceso a los medios financieros y políticos del Estado. Están protegidas. El sector privado no tiene esa suerte", explica Huang, profesor del MIT.

Esas condiciones tan particulares podrían seguir favoreciendo que las empresas estatales chinas figuren en lo más alto de las clasificaciones internacionales, considera Wang Jianmao, profesor en la China Europe International Business School de Shanghai.

Según Wang, China no debería renunciar al control de sus empresas. "En tanto que país socialista, no debería permitir que unos individuos controlen las sociedades más importantes", sostiene.

Entre las sociedades privadas, pese a las dificultades de financiación, algunas empresas innovadoras y rentables podrían dar un día la sorpresa y convertirse en el "Apple o Sony de China".

Tal es el caso de Huawei Technologies, con sede en Shenzhen, de la que el 43% de sus 87.500 empleados trabajan en la investigación y el desarrollo.

Con casi 9.000 peticiones de patentes presentadas en China el pasado año, Huawei lidera el mundo en ese sector, destaca Wang.

"Huawei tiene efectivamente un gran potencial", asegura Zhang.

No hay comentarios:

Publicar un comentario