lunes, 6 de julio de 2009

Expertos piden reformas en Latinoamérica que mejoren la productividad y saquen a la luz la economía sumergida

SANTANDER.- Expertos económicos del ámbito español y latinoamericano abogaron hoy por una reforma fiscal y también del mercado laboral en América Latina con las que se incentive la productividad y se saque a la luz la economía informal o 'sumergida'.

Éste, junto a la apuesta por "mejor Estado y más mercado" y por la innovación, es uno de los retos que debe afrontar la región en la actual coyuntura económica de crisis internacional, a juicio de algunos de los ponentes que participaron esta mañana en el VIII Encuentro Santander-América Latina 'Todos contra la crisis', que se celebra desde hoy en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).

En palabras del secretario general Iberoamericano, Enrique V. Iglesias, la crisis internacional supone para América Latina "grandes riesgos" pero también "grandes oportunidades y desafíos", y el reto es adaptar las políticas a la nueva realidad, especialmente la política fiscal que, a su juicio, es una "tarea pendiente" en Latinoamérica.

En esta línea, el vicepresidente de Sectores y Conocimiento del Banco Interamericano de Desarrollo, Santiago Levy, consideró que lo importante para abordar esa reforma fiscal es que haya "consenso político", que se acompañe de principios de "equidad social", que no sólo sea "una reforma para gastar más, sino para gastar bien" y que aumente los incentivos a la productividad.

Para Levy, América Latina tiene dos "grandes retos", sortear lo que resta de 2009 y el año 2010, en lo que prevé que será un "tránsito delicado"; y al mismo tiempo afrontar reformas sociales y políticas que permitan conseguir sociedades "más innovadoras y dinámicas" con políticas que doten a la región de mayor "productividad, equidad y crecimiento".

Por su parte, el jefe de Departamento de Economía Internacional del Banco de España, Enrique Alberola, apuntó otra reforma más que, a su juicio, debe abordar América Latina, la del mercado laboral, para sacar a la luz la economía sumergida.

Y es que, en su opinión, la economía informal "a largo plazo es una lacra", no sólo para la productividad, sino también porque "limita el reforzamiento" fiscal y social de los estados, ya que la recaudación sólo se puede aumentar ampliando la base imponible y reduciendo esos elevados índices de economía 'informal' que se alcanzan en algunos países de la región.

Respecto a las previsiones económicas futuras para la zona, el representante del Banco de España reconoció que el crecimiento va a ser negativo este año y la recuperación será "limitada" en 2010 y "probablemente en los años siguientes", pero pese a todo, subrayó que América Latina tiene una situación "relativamente favorable" y "por primera vez" va a crecer más que los países avanzados en un periodo de crisis.

En este sentido, el secretario general Iberoamericano aseguró que la región se encuentra actualmente en una situación "sensiblemente mejor" que en etapas anteriores, pero cree que "sería un error pensar" que esto es suficiente y, en lugar de "caer en un optimismo irreflexivo", insistió en la necesidad de resolver los problemas de política económica, y en concreto el problema fiscal.

Además, aunque opinó que a pesar de los "llamados brotes verdes" y de que en este momento "la salida de la crisis o, por lo menos", la detención de la caída es "una realidad", recalcó que va a pasar un "largo periodo" de tiempo hasta retomar las tasas de crecimiento de años anteriores.

También en esta línea, el representante del Banco Interamericano de Desarrollo señaló que, independientemente del horizonte de salida de la crisis, ésta va a tener un "costo sustantivo" para la región. Por ejemplo, le preocupa la evolución de la deuda, porque en un escenario futuro de crecimiento lento y si no se hace "nada" desde el punto de vista fiscal, se puede producir un incremento "importante" de la deuda pública que podría llegar incluso en algunos casos a "contextos insostenibles".

Las proyecciones que maneja la entidad en cuanto a la salida de la crisis plantean dos escenarios distintos: el más positivo permitiría hablar de un crecimiento medio del 3,5 por ciento en los próximos cinco años en la región, un "costo importante" respecto a los niveles previos a la crisis (en torno al 5 por ciento); mientras el otro escenario implicaría todavía crecimientos negativos en 2010 y tasas más leves de recuperación a partir de 2011, prácticamente sin crecimiento en unos años.

Pero sea cual sea el coste de la crisis para América Latina, el secretario general Iberoamericano está convencido de que la región "tendrá un papel fundamental en el mundo que vendrá" después de la crisis, porque se está viendo una "nueva geografía del poder mundial" en la que los países emergentes "son absolutamente indispensables" para solucionar los problemas económicos y financieros del mundo.

Entre esos países citó China, Rusia o India, pero también alguno de la región latinoamericana, como Brasil o México. "Los Estados Unidos yo creo que reconocen perfectamente que tienen que sentarse en la mesa. El pasaje del G-8 al G-20 es una realidad", señaló Iglesias, quien considera "saludable" ese paso, porque se corresponde una realidad política y económica "que es la que es". "Hay que dar más votos a los países emergentes", sentenció Iglesias.

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