miércoles, 15 de julio de 2009

Gazprom, instrumento de las ambiciones políticas de Rusia

MOSCÚ.- El gigante estatal ruso del gas, Gazprom, poco intimidado por la crisis económica mundial, trabaja en ambiciosos proyectos de expansión motivados por objetivos más políticos que económicos, indicaron analistas este miércoles.

"Gazprom ha accedido al estatus de ministerio de Relaciones Energéticas Exteriores", considera Mijail Korchemkin, director del centro de estudios East European Gas Analysis. "Al igual que un ministerio, está guiado por factores que no son sólo los beneficios", añade.

A la luz de las últimas operaciones del grupo, los analistas temen que la primera compañía pública de Rusia sólo tenga como objetivo torpedear un proyecto rival, dejando de lado el interés económico.

En junio, el acuerdo firmado por Gazprom para la compra de gas azerí fue percibido como un golpe al proyecto europeo de gaseoducto Nabucco, cuyo principal proveedor debe ser, en principio, Azerbaiyán.

"Teniendo en cuenta las enormes capacidades de producción de Gazprom, vemos más política que economía en ese acuerdo", comentó el banco de inversiones Renaissance Capital.

Según el diario ruso Kommersant, Moscú ha ofrecido pagar hasta 350 dólares los 1.000 m3 de gas a Azerbaiyán, un precio muy superior al del mercado.

Desde hace tiempo, Occidente acusa a Rusia de confundir la energía con la política. En 2006, el entonces vicepresidente estadounidense, Dick Cheney, calificó las reservas de petróleo y gas rusas de "herramientas de intimidación y chantaje".

En África, el grupo ruso se considera como un importante vector para ayudar a Moscú a restablecer su influencia. En la gira que efectuó a finales de junio el presidente ruso, Dimitri Medvedev, por varios países africanos, Gazprom y la compañía nacional petrolera nigeriana, Nigerian National Petroleum Corporation (NNPC), decidieron crear una coempresa que invertirá al menos 2.500 millones de dólares en la explotación de hidrocarburos.

Gazprom también firmó un acuerdo de 1.000 millones de dólares con la compañía namibia Namcor, que le dará acceso al yacimiento de gas de Kudu, situado a 140 km de las costas de Namibia.

El gigante ruso asegura que su interés por tales proyectos es absolutamente natural, para una sociedad que es el líder mundial del sector.

"Somos como una ballena, los pescaditos nos siguen", explicó Boris Ivanov, jefe de Gazprom Internacional, que acompañó a Medvedev en su gira africana.

Pero para Yulia Latynina, editorialistas del diario de oposición ruso Novaia Gazeta, "la lógica no es muy clara".

"Si Rusia intenta establecer un monopolio comprando todo el gas del mundo, eso sólo conducirá a un aumento de los precios por parte de quienes lo venden", destaca.

Algunos observadores se preguntan también sobre el alcance de una alianza con la NNPC en un país minado por la inestabilidad política y los ataques rebeldes contra las instalaciones petroleras.

Pero pese a los riesgos, Gazprom espera desempeñar un papel de primera fila en el suministro de gas nigeriano a Europa. "Quien controla las válvulas es el rey", dijo Ivanov.

Gazprom, que controla actualmente el 17% del mercado mundial del gas y el 60% del mercado ruso, es el heredero del ministerio soviético de la Industria del Gas.

Fundado en 1989, poco antes de la caída de la Unión Soviética, actualmente cotiza en Bolsa, pero el Estado ruso ha conservado una parte de control del 50%.

El poderío de Gazprom quedó de manifiesto en los conflictos con Ucrania, que implicaron en varias ocasiones la interrupción del suministro a millones de clientes europeos.

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