Fuentes de la empresa indicaron que el sector cementero está sufriendo una "fuerte crisis de carácter estructural" y apuntó a una importante caída de la demanda en Andalucía, junto con una "fuerte presión" de los importadores.
Así, explicó que sus tres plantas continúan operativas, aunque sólo están funcionando los hornos de Gádor y Carboneras, con el objetivo de amortiguar la caída de la demanda en el sector.
En este sentido, añadió que en sus plantas almerienses se están llevando a cabo medidas de adaptación generales ante la actual coyuntura económica, como reducción de costes y de producción, paros en los hornos o reorganización de los recursos humanos.
En cuanto al ERE temporal que prevé poner en marcha en Jerez para 35 trabajadores hasta diciembre, advirtió de que el expediente es una medida "necesaria e inevitable, pero no suficiente", por lo que pidió que se complemente con otras adaptaciones en las condiciones laborales de los empleados encaminadas a mejorar la operatividad de la planta.
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