miércoles, 8 de julio de 2009

La CECA ve "imperioso" una mejora de la regulación para evitar que retorne "el caos

MADRID.- El presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), Juan Ramón Quintás, ha advertido el miércoles de que es "imperioso" llevar a cabo una reforma radical de la regulación financiera que la limpie de conductas tóxicas para evitar que retorne el caos en los próximos quince o veinte años.

Quintás, que participaba en el 'IX Encuentro Financiero de Caja Madrid', consideró que existe cierto riesgo de que el cambio regulatorio, que previsiblemente se llevará a cabo, sea superficial y que, aunque cambie muchas cosas, permita que el sistema financiero "siga contaminado de conductas tóxicas".

"Es apreciable que conforme se van alejando los días de pánico de 2008 el coraje para realizar reformas de calado parece que se va debilitando, surgen los nacionalismos y conflictos de interés que entorpecen el proceso", subrayó el presidente de la patronal de las cajas de ahorros.

Quintás sostuvo que la regulación era "muy mala" hasta ahora y que es necesario una reforma en profundidad de los aparatos financieros, así como una mejor regulación de los mercados que permita una asignación de recursos más acertada que evite que se produzca una nueva crisis como la actual, cuyos efectos son "devastadores" sobre las economías afectadas.

Las crisis son un fenómeno "muy común y muy peligroso", no son una anomalía sino un elemento recurrente, por lo que resulta mucho mas interesante generar esquemas regulatorios que impidan que se presenten de nuevo que para paliar los daños que producen, argumentó el portavoz de las cajas de ahorros.

En este escenario, Quintás aseguró que la existencia de bancos "demasiado grandes" es un problema adicional para la estabilidad del sistema financiero, por lo que deben ser considerados en el marco de la regulación, con la exigencia de un plan de contingencia completo sobre cómo desmantelarlas en caso de ser necesario. En este plan se "desvelarían todas las trampas ocultas que es necesario deshilvanar", recalcó.

Al término de su discurso, Quintás dejó entrever que en España existen "megabancos", a los que se refirió como aquellos con un tamaño extremadamente elevado en relación con el país donde tienen su sede social, o por la complejidad de su estructura o diversidad geográfica, pero no hay megacajas.

"Si se produjera una concentración de todas las cajas en una sola, tendríamos una megacaja", bromeó el presidente de la patronal, quien, sin embargo, consideró que "no es difícil saber cuáles son los megabancos en el mundo, es coger cualquier lista y se sabe".

Minutos antes se había mostrado partidario de incentivos para reducir el tamaño de las entidades, tanto en términos absolutos como de cuota de mercado, tras aseverar que la crisis ha puesto también de manifiesto que la frase de 'un banco demasiado grande para caer' es un tópico en la literatura financiera.

Por otro lado, la reforma regulatoria debería incluir, según Quintás, requerimientos de capital y de liquidez superiores para reducir la necesidad de asistencia estatal en caso de crisis, a imagen de las provisiones obligatorias establecidas por el Banco de España con el fin de revertir los ciclos y promover el crédito en momentos de crisis y contraerlo en los de expansión.

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