Muchas de ellas, como France Télécom o Total, han empezado a almacenar máscaras para distribuir entre los trabajadores, y la Sociedad Nacional de Ferrocarril (SNCF) podría incluso limitar o suprimir los viajes de pasajeros para evitar la propagación del virus, según adelanta el diario 'Le Figaro'.
France Télécom ha comprado mascarillas para sus 183.000 empleados y dispone de 40 millones para ocho semanas que comenzará a repartir cuando la gravedad de la pandemia así lo requiera. También ha diseñado un plan de sustituciones dobles para evitar que las bajas paralicen la actividad.
En el caso de Total, la empresa no excluye medidas en las estaciones de servicio, donde la posibilidad de transmisión del virus es muy alta al tratarse de lugares de paso con gran afluencia de público. La compañía ferroviaria, por su parte, estará muy solicitada si la enfermedad golpea al país a gran escala.
"Deberemos garantizar el transporte vital, es decir principalmente de agua, hidrocarburos e incluso de cereales", dice un portavoz de la SNCF. Además, en las estaciones, sobre todo las de tráfico internacional, los viajeros serán informados de los síntomas de la gripe A.
El grupo hotelero Accor, que tiene 130.000 habitaciones en Francia, está alertado de que, en caso de que se declare el nivel 6 de alerta sanitaria en el Hexágono, algunos de sus hoteles pueden ser requisados como estructura de acogida intermedia.
"En algunas grandes ciudades como París algunos hoteles podrían acoger a gente sin patología seria pero que no pueden permanecer en sus casas", explica el director de gestión de riesgos del grupo, Xavier Graff.
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