El secretario de Hacienda, Agustín Carstens, informó en rueda de prensa que el recorte se suma a otro por 35.000 millones de pesos (unos 2.600 millones de dólares) anunciado en mayo, con lo cual el ajuste al presupuesto para el 2009 será por 85.000 millones de pesos (alrededor de 6.400 millones de dólares), equivalente a un 3,6% del gasto aprobado para todo el año.
El funcionario señaló que la crisis internacional ha provocado una menor actividad económica y una baja en los precios de los hidrocarburos que, por consiguiente, se ha traducido en menores ingresos por 480.000 millones de pesos (unos 36.170 millones de dólares).
Carstens advirtió que se trata de "la mayor reducción histórica" de los ingresos públicos en un solo año.
Señaló que la mayoría de esos ingresos faltantes serán compensados con recursos procedentes de un seguro al precio del petróleo, fondos de estabilización, pero era necesario hacer un recorte al gasto para lograr un balance presupuestario.
Dijo que el 78% del recorte se hará en gasto corriente y el 22% restante en bienes inmuebles y obra pública.
Aseguró, sin embargo, que se protegerán los programas sociales y el presupuesto de las instituciones de seguridad pública y procuración de justicia, un pilar fundamental de un gobierno que mantiene una batalla frontal contra el narcotráfico y que ha incluido el despliegue de miles de soldados y policías.
Carstens dijo que el año 2010 representará "un reto" para garantizar suficientes recursos públicos, por lo que el gobierno prepara una reforma fiscal que enviará al Congreso en las próximas semanas junto con el proyecto de presupuesto.
Refirió que el gobierno buscará aumentar la recaudación fiscal, a través de una reforma tributaria; aunque al ser interrogado si eso implicará una propuesta para aumentar impuestos, el funcionario dijo que "las medidas específicas no las hemos determinado".
Los principales partidos de oposición han manifestado su oposición al incremento de algunos impuestos, como en alimentos y medicinas, aunque varios han coincidido en la necesidad de realizar una reforma fiscal.
La crisis ha afectado particularmente a México en el hemisferio por estar fuertemente ligado a Estados Unidos, hacia donde dirige cerca del 80% de sus exportaciones.
Hacienda estima hasta el momento una caída de 5,5% en la economía mexicana al cierre de 2009, aunque dijo que en las próximas semanas anunciará una nueva estimación. Analistas y organismos internacionales señalan que la contracción económica podría ser aún mayor.
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