En un seminario económico organizado por el Consejo de las Américas, el ministro de Economía Amado Boudou, sostuvo que "el Estado tiene la solvencia suficiente para enfrentar el 2010", cuando vencen obligaciones de deuda por 13.000 millones de dólares.
"Queremos volver a los mercados voluntarios de crédito no para tapar ningún agujero, no por una necesidad fiscal, no para financiar gastos corrientes, sino para redoblar el esfuerzo en las necesidades básicas de infraestructura que tiene nuestro país", dijo el ministro.
Argentina tiene el acceso cerrado a los mercados voluntarios de crédito desde fines de 2001, cuando declaró el cese de pagos de su deuda.
Pese a que en 2005 el país reestructuró buena parte de su pasivo, continuó sin financiarse en los mercados internacionales ante el temor de que los fondos fueran embargados por los acreedores que no participaron del canje de deuda ese año y que reclaman judicialmente la devolución de sus ahorros.
Para financiarse, el país ha recurrido a licitaciones directas de bonos a Venezuela --a tasas muy superiores a las de mercado--, los fondos de la administración estatal de pensiones y el estatal Banco Nación.
En 2006 Argentina canceló su pasivo de 9.500 millones de dólares con el FMI y en 2008 se comprometió a cancelar la deuda de 6.700 millones de dólares con el Club de París.
Pero la forma en que se realizará el pago aún está en discusión, ya que como condición el Club de París exige que las cuentas argentinas sean auditadas por el FMI y el gobierno se niega a aceptar el monitoreo del Fondo.
Boudou mantendrá una reunión con el economista chileno Nicolás Eyzaguirre, director del Departamento Hemisferio Occidental del FMI.
Aunque el ministro le restó trascendencia a la reunión al asegurar que "es solo una reunión", se mostró interesado en alcanzar "una relación madura con el Fondo Monetario Internacional".
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