Las cifras negativas fueron difundidas en momentos que la economía más grande de América Latina conoce un nuevo período de optimismo.
El Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), un organismo oficial, dijo que la producción industrial bajó 13,4% con respecto al mismo período del 2008, debido principalmente a la baja en las exportaciones, así como en las ventas de bienes duraderos y de capital.
El IBGE dijo que la producción agroindustrial bajó 5,4% por causa de la caída de precios de las materias primas en los mercados internacionales, además de una reducción del volumen exportado.
Una sequía en el sur de Brasil y bajas en las ventas de fertilizantes, herbicidas y pesticidas también impulsaron el descenso, según el instituto.
Hay indicios crecientes de que la economía brasileña se está reponiendo de la crisis global, en parte debido a alivios impositivos en los sectores de los automóviles, la construcción y los electrodomésticos, además de mayores gastos del gobierno y un acceso más fácil al crédito para los pequeños negocios.
Las acciones y la divisa local han subido a niveles que no se veían desde septiembre, cuando comenzó la crisis económica mundial.
A fines del mes pasado el presidente Luiz Inacio Lula da Silva dijo estar convencido de que "lo peor quedó atrás".
"La economía brasileña ha crecido, la gente está consumiendo y las ventas suben", dijo Lula. "Todos los signos apuntan a que Brasil está atravesando una fase extraordinaria... y que a partir del 2010 reanudaremos el crecimiento normal".
Pero el presidente del Banco Central, Henrique Meirelles, advirtió durante una reunión en el Congreso esta semana que debía evitarse una "euforia excesiva que pudiera desembocar en distorsiones de precios... y una volatilidad innecesaria".
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