El Departamento de Trabajo dijo esta semana que los reclamos iniciales bajaron a 550.000 en la semana que concluyó el primero de agosto, de 588.000 la semana anterior.
El retroceso contrastó con los 580.000 pronosticados por los economistas sondeados. El promedio de cuatro semanas, que elimina las fluctuaciones, retrocedió a 555.250, su nivel más bajo desde fines de enero.
Empero, el número de personas que siguen recibiendo beneficios aumentó en 69.000 a 6,3 millones, dijo el departamento, tras retroceder por tres semanas consecutivas.
Al ser incluidas las prórrogas de reclamos, la cifra total aumentó a 9,35 millones de parados en la semana que concluyó el 18 de julio. El congreso añadió otras 53 semanas extras de beneficios además de las 26 semanas que en general permiten los estados.
El aumento en el número de personas que continúan recibiendo beneficios por reclamos de desempleo es un indicio de que el mercado laboral sigue siendo precario.
Pese a la mejora, los reclamos semanales de beneficios siguen estando muy por encima de los 300.000 a 350.000 que según los analistas son consistentes con una economía saludable. La última vez que los reclamos cayeron a menos de 300.000 fue a principios del 2007.
Por otra parte los consumidores _ preocupados por la seguridad laboral y con menos alternativas en los artículos de rebaja_ volvieron a cerrar sus carteras en julio, lo que dio pie a unas ventas decepcionantes en muchos comercios detallistas y crecientes temores de que la temporada compradora que marca el inicio del nuevo curso escolar sea decepcionante.
En medio de los informes de ventas aparecidos el jueves, las cadenas modestas continúan siendo las más afectadas por la recesión ya que los consumidores están centrados en cubrir sus necesidades básicas. Entre las grandes cadenas más afectadas figuraron Macy's Inc., Abercrombie & Fitch Co. y Wet Seal Inc.
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