miércoles, 26 de agosto de 2009

Ben Bernanke, el hombre que no quiere repetir los errores del pasado

WASHINGTON.- Ben Bernanke, a quien Barack Obama confirmó este martes para un segundo mandato consecutivo al frente de la Reserva Federal estadounidense, es un reconocido especialista en la Gran Depresión obsesionado por evitar que se repita.

Bernanke tuvo la dudosa fortuna de asumir la dirección de la Fed en febrero de 2006, después de 18 años de presidencia de Alan Greenspan, entonces en la cima de su gloria. Pero su gestión lo condujo rápidamente a revisar el legado del "oráculo de Wall Street" para salvar a la primera economía mundial.

El presidente estadounidense había elogiado el "extraordinario trabajo" de este hombre, hoy de 55 años, que condujo a la institución que preside a una intervención sin precedentes para sostener a la economía, convencido de que la crisis de 1929 se amplió por los errores del banco central.

Fue su trabajo sin pausa para salvar la economía de lo que calificó como "la peor crisis financiera desde los años 30", lo que le permitió ganarse la confianza de Obama. A éste se le atribuía al principio la intención de desembarazarse de este universitario nombrado por su predecesor, George W. Bush.

"A corto plazo, los Gobiernos de todo el mundo deben seguir tomando medidas enérgicas, y cuando sea adecuado, coordinadas, para restaurar el funcionamiento normal de los mercados financieros y el flujo del crédito", dijo, cuando abogó por un endurecimiento de la regulación financiera.

Bajo la dirección de este hombre discreto, la Fed puso en práctica una estrategia de rescate de las instituciones financieras y de reactivación monetaria sin precedentes desde su creación en 1913.

Doctor en Economía del prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), Bernanke enseñó durante largo tiempo en la no menos famosa universidad de Princeton, donde dirigió el departamento de Economía desde 1996 a 2002.

Nombrado gobernador de la Fed, en 2002, abandonará su puesto en 2005 para presidir el grupo de asesores económicos del presidente George W. Bush, quien lo nombrará para la presidencia del banco central para un mandato de cuatro años.

Hijo de un farmacéutico y de una profesora, creció en Dillon, pequeña ciudad de Carolina del Sur (sureste), Bernanke recibió el apodo de "Ben, el helicóptero" después de un discurso que pronunció en 2002, poco después de su llegada al Consejo de gobernadores de la Fed.

En esa intervención titulada 'Deflación: asegurarse de que no suceda', hacía referencia a una teoría del economista Milton Friedman, según la cual las autoridades monetarias pueden sacar a un país de una "trampa de liquidez" (cuando las tasas de interés están en cero y ya no pueden estimular la economía), dando directamente dinero a las empresas o a los consumidores.

La imagen de Friedman era la de un banquero central arrojando billetes a la multitud desde un helicóptero. Ante la intensificación de la crisis, la Fed de Bernanke pasó de la teoría a la práctica.

La política de Bernanke parece marcada por el recuerdo de los errores de la Fed en los años 1930, que desembocaron en una deflación que transformó la recesión de 1929 en una depresión histórica, como lo describe en su libro 'Ensayos sobre la Gran Depresión', publicado en 2004.

Bernanke estudió de cerca los errores del Banco de Japón, que condujeron a la deflación que se registró en ese país durante la "década perdida" de 1990.

A la espera de saber lo que la historia retendrá de su mandato al frente de la Fed, este padre de dos niños ya sabe que su nombre no caerá en el olvido: el sábado su ciudad natal de Dillon lo homenajeó bautizando con su nombre una rotonda.

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