sábado, 22 de agosto de 2009

Costa Rica se apunta a la investigación agroindustrial

SAN JOSÉ.- Costa Rica aspira a convertirse en una referencia regional en investigación agroindustrial con la inauguración, esta semana, de una planta de bioprocesos en el Centro Nacional de Innovaciones Biotecnológicas (CENIBiot).

En esta nueva planta se pondrán a punto a "escalas mayores" las investigaciones que se realizaban hasta ahora en los laboratorios, explicó la directora de la entidad gestora del CENIBiot, Marta Valdez.

Este planta, que inauguró el presidente costarricense, Óscar Arias, es la única que existe en toda América Central.

En ella se tratarán y se reutilizarán los desechos de la agroindustria para convertirlos en biocombustibles, bioplaguicidas y biofertilizantes o para aplicarlos en la descontaminación de aguas residuales.

También se utilizarán en la elaboración de productos para las áreas alimentaria, farmacéutica y cosmética, entre otros, explicó esta doctora en genética de poblaciones y biotecnología de las plantas de origen salvadoreño y nacionalidad francesa, que ha hecho sus estudios de especialización en Francia.

En este momento, ya se han seleccionado 25 proyectos que se pondrán en marcha en la nueva planta, levantada y equipada con 10,9 millones de euros (unos 15,2 millones de dólares) donados por la Unión Europea y los 5,6 millones que ha puesto Costa Rica.

Teniendo en cuenta que Costa Rica es el mayor exportador de frutas tropicales del planeta, muchos de los proyectos están destinados a utilizar los desperdicios de sus productos de exportación estrella: la piña y el café.

Investigadores y empresas ya están trabajando en la utilización de residuos de la piña, en particular de la cáscara para elaborar edulcorantes, y en el uso de la pulpa que envuelve el grano de café para convertirlo en una bebida fermentada.

Otra línea de investigación será la de los biocombustibles, a base de microalgas, que son de los "organismos que más biodiésel producen", según la experta.

"A estos proyectos se les va a hacer un plan de negocios y ver cuáles tienen más probabilidades de llegar a los mercados internacionales", dijo Valdez. Los que se vea que no tienen futuro, se abandonarán, contribuyendo a la "economía para las propias empresas", que rápidamente se darán cuenta de que no vale la pena seguir invirtiendo, recuerda.

Esta planta "contribuirá al mejoramiento y aumento de los procesos productivos y de la competitividad del sector agroindustrial y afines", dice Valdez. "Los centros de investigación biotecnológica tendrán apoyo para el desarrollo y la transferencia de sus resultados a los sectores productivos", sostiene Valdez.

El CENIBiot cuenta con un recinto administrativo y cinco grandes laboratorios, dotados de equipos de avanzada: 1) bioprocesos con microorganismos, 2) bioprocesos con células vegetales, 3) química y análisis finos, 4) genómica y biología molecular, y 5) análisis digital de imágenes.

La idea es que se utilice la agroindustria del país para generar nuevos combustibles, nuevos materiales e incluso nanotecnología.

Por el momento, un equipo multidisciplinario de 24 personas trabajará en este centro, sin contar con los investigadores, sobre todo, de Universidades, que podrán continuar a escala sus proyectos pilotos. Porque la vocación de esta planta no es convertirse en productora, sino ayudar a las empresas a poner en marcha sus proyectos a escala, concluyó Valdez.

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