domingo, 9 de agosto de 2009

En Francia, la crisis amputa las sumas que los inmigrantes envían a sus familiares

PARIS.- Numerosos inmigrantes, duramente afectados por la crisis, deben disminuir el monto de los fondos que envían a su país de origen o apretarse el cinturón para "salvar las apariencias" y seguir mandando sumas que a menudo son vitales para sus parientes.

Las últimas previsiones del Banco Mundial, publicadas a mediados de julio, pronostican una caída de por lo menos el 7,3% de los envíos de fondos de unos 200 millones de inmigrantes en el mundo, que en 2008 alcanzaron un total de 328.000 millones de dólares.

El Banco Mundial subraya el peligro de pauperización de numerosos países en vías de desarrollo, para los cuales estos fondos, que a veces llegan a más del 20% del PIB, desempeñan un papel crucial en la lucha contra la pobreza y el apoyo al consumo de las familias y constituyen una de las palancas de las microfinanzas.

El Banco Mundial también señaló su preocupación por los efectos de un eventual endurecimiento de la legislación sobre la inmigración, con el aumento del desempleo en los países ricos.

En Western Union, uno de los especialistas mundiales de las transferencias de dinero en efectivo, no hacen comentarios oficiales. Sin embargo, un empleado de una agencia de París que solicitó el anonimato reconoció que el número y el monto de las transferencias "bajaron mucho" en los seis últimos meses.

Algunos inmigrantes tratan de disimular sus dificultades a sus familiares en su país de origen.

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