sábado, 15 de agosto de 2009

La banca absorbe la morosidad y la niebla se disipa / Steve Slater

LONDRES.- La banca de inversión se ha liberado en parte de su papel de mala de la crisis financiera al entregar a los bancos europeos unos beneficios semestrales mucho mejor de lo esperado con los que compensar el aumento de la morosidad, pese a lo cual quedan muchas incertidumbres y obstáculos por superar en los próximos años para el sector financiero.

Los créditos morosos aumentaron en la primera mitad del año en Europa un 160 por ciento hasta sumar más de 60.000 millones de euros, según datos de las trece mayores entidades que han publicado sus cifras hasta el momento. Y se espera que las cifras sigan siendo elevadas durante al menos dos años más.

Hasta el momento, las ganancias de la banca de inversión han permitido amortiguar el impacto, con unos beneficios de los grandes bancos europeos que ascendieron a 21.400 millones de euros, según estimaciones, un 20 por ciento por debajo de los obtenidos hace un año pero de gran ayuda al proporcionar capital con el que afrontar la desastrosa situación en la que quedó el sector en los últimos meses de 2008.

Esta labor contrasta con las críticas que se lanzaron a la banca de inversión como culpable de crear la mayor crisis financiera desde los años treinta y permite que se disipe parte de la niebla que ha envuelto al sector durante más de dos años.

"El año 2008 fue de temor a las recapitalizaciones, pero en la mayoría de casos el ratio Tier 1 (un barómetro de los fondos propios) está empezando a parecer sólido y el sector ha superado la peor parte del bache", dijo David Williams, de Fox-Pitt Kelton.

El índice bancario europeo del DJ STOXX ha repuntado un 12 por ciento desde el comienzo de la temporada de resultados, situándose más de un 100 por cien por encima de su nivel de marzo pero todavía alrededor de un 25 por ciento menos que hace un año.

"Los bancos han empleado la primera parte del año en sanear sus balances para tener suficiente capital, no sólo para atravesar el momento actual sino para prepararse de cara a cualquier cambio regulatorio que pueda introducirse en los dos próximos años", dijo Simon Maughan, analista de MF Global.

Entre los bancos con sorpresas positivas se encontraron los británicos HSBC y Barclays, el francés BNP Paribas y la entidad suiza UBS. La tendencia se vio reforzada con la inesperada ampliación de capital que logró realizar el también británico Standard Chartered para reforzar sus niveles de capital.

"Esto quiere decir de cara al futuro que los bancos pueden poner a trabajar su capital donde vean crecimiento, concentrarse en recortar sus gastos y lograr un control de la cuenta de resultados donde no lo tenían antes", añadió Maughan.

No obstante, los expertos señalan que para mantener el impulso actual será necesario superar algunas dificultades en los próximos años.

El aumento de la morosidad es la mayor amenaza para la banca ya que podría mantenerse en niveles altos, tal como ocurrió en crisis pasadas en las que tardaron entre uno o dos años en notarse todas las repercusiones de los créditos insolventes, en consonancia con la evolución del desempleo.

"No conviene infravalorar el impacto negativo de la elevada entrada en mora que va a seguir habiendo... 2009 y 2010 y quizá incluso los siguientes ejercicios serán años de sustanciales pérdidas en las carteras de créditos", dijo Jaap Meijer, analista de Evolution Securities.

Pese a la buena acogida que dieron los inversores a la afirmación de Lloyds Banking Group de que los créditos morosos tocaron su punto más alto en la primera mitad, el importe en este apartado alcanzó los 13.400 millones de libras, cinco veces el nivel de hace un año y uno de los más altos de Europa.

Más normal fue el caso de la italiana UniCredit, cuyas pérdidas por deterioro de activos aumentaron, pero experimentó mejoras en sus niveles de capital y en sus ganancias ordinarias que lo contrarrestaron.

Otro problema al que se enfrentan los bancos es la amenaza de que se apruebe una regulación más rigurosa que exija a los bancos que tengan niveles de capital más altos, lo que mermaría los márgenes y por lo tanto las ganancias y las rentabilidades.

Muchas entidades también tendrán que devolver el capital recibido del Estado y algunas tendrán que deshacerse de activos importantes para satisfacer a los reguladores.

Los resultados del primer semestre mostraron que los bancos capaces de mantener su independencia del Estado están aprovechando su mayor flexibilidad y libertad.

Entre estos bancos, que aumentaron sus cuotas de mercado en banca de inversión, destacan Credit Suisse y Barclays, según varios analistas, que alabaron la fortaleza de capital en el primer caso y la exitosa integración de los activos estadounidenses de Lehman Brothers por el banco británico.

Otros grupos bancarios que sacaron partido a la situación , en este caso aprovechando las buenas condiciones del mercado de renta fija, fueron BNP Paribas y Deutsche Bank, mientras que HSBC, Santander y Standard Chartered se beneficiaron de ventajas de capital y liquidez que contrarrestaron la floja evolución de sus principales mercados minoristas.

Los ingresos de la banca de inversión caerán en la segunda mitad del año, según admitieron los responsables de bancos, pero los bajos tipos de interés, la emisión de bonos estatales y un posible repunte en la renta variable, la actividad corporativa y de hedge fund podría sustentar los niveles de ingresos.

Desde que Credit Suisse publicó sus resultados el 23 de julio, sus acciones han subido un 6 por ciento, Barclays y HSBC han subido un 17 por ciento, mientras que Santander y BNP han ganado más de un 9 por ciento en bolsa.

Mayores aún han sido las subidas de algunos de los títulos que fueron más castigados en la fase más dura de la crisis, como KBC, Natixis y Lloyds.

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