Este importe es el saldo vivo que las entidades residentes en España aún tienen pendiente de devolver al Banco Central Europeo (BCE) como consecuencia de la financiación que el instituto emisor les ha concedido.
A pesar de la apertura de los mercados, los bancos españoles todavía necesitan recurrir al BCE para obtener financiación. Precisamente, la caída de los tipos aplicada por el instituto emisor ha reducido la capacidad de captación de pasivo de los ahorradores, aumentado la petición de liquidez.
Este importe registró un tímido descenso durante abril y mayo, tras dos meses consecutivos por encima de los 72.000 millones de euros, pero en junio volvió a repuntar, elevando en más de 3.000 millones de euros el importe de mayo, que se situó en 67.668 millones de euros.
La demanda de las entidades se incrementó de manera notable en la segunda mitad de 2008 por la crisis 'subprime', que acaba de cumplir dos años.
De hecho, este importe se situó por debajo de los 50.000 millones hasta septiembre de 2008, cuando se recrudeció la crisis tras la caída del Lehman Brothers, y a partir de ahí inició una senda ascendente que aún no ha finalizado.
No obstante, el importe que las entidades españolas aún tienen pendiente de liquidar con el BCE representa sólo un 12,13% del conjunto del Eurosistema, que se elevó en julio hasta los 603.864 millones de euros, un 31,8% más respecto a julio de 2008 y un 1,9% menos respecto al pasado mes de junio.
Del total, 705.934 millones correspondieron a operaciones principales de financiación a largo plazo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario