miércoles, 26 de agosto de 2009

La economía mundial, amenazada por una posible recaída brutal

NUEVA YORK.- La economía mundial parece salir tímidamente de la crisis, pero los expertos consideran que a esta recuperación de la actividad podría seguir una brutal recaída, según una teoría planteada por un connotado economista estadounidense.

Esta sombría previsión está contemplada en la "recesión de doble caída" de Nouriel Roubini, economista estadounidense, profesor de la Universidad de Nueva York, cuyas declaraciones son escrutadas con lupa después de que fuese el primero en anunciar la crisis del crédito en Estados Unidos que estremeció a la economía mundial.

En un reciente artículo, Roubini estimó que el riesgo de una "recesión de doble caída" es grande. Una vez pasado el efecto benéfico de los planes de reactivación los Estados no tendrán más opción que "debilitar la recuperación", acortando los gastos públicos o dejando correr sus déficit.

Roubini predice igualmente un aumento de los precios del petróleo que frenará la actividad. En conclusión: la reanudación será fantasmagórica y la recaída inevitable.

La "recesión de doble caída" reaviva oscuros recuerdos. En 1937, en momentos en que Estados Unidos se recobraba del 'crack' de 1929 y volvía al crecimiento, el banco central estadounidense (Fed) cortó los flujos del crédito por miedo a la inflación, provocando una recaída del Producto Interior Bruto (PIB) de -3,4%.

Una "recesión de doble caída" provocaría un frenazo brutal de la actividad (...) y podría conducir a un repliegue proteccionista de los Estados, que estarían sometidos a fuertes presiones sociales internas", recalca Eswar Prasad, profesor de la Universidad de Cornell, en Estados Unidos.

¿Esta hipótesis tiene fundamento? La pregunta divide a los economistas.

Philippe Chalmin, especialista en materias primas de la parisina Universidad Dauphine, es categórico: no cree "para nada" en ella y considera fantasiosa la hipótesis de un encarecimiento del barril del crudo.

Por su parte Daniel Gros, del Centro de Estudios Políticos Europeos (CEPS) considera prematuro hablar de recaída.

"Antes de hablar de recaída, primero hay que llegar al rebote", dice, recordando que sólo algunas economías salieron de la recesión (Japón, Francia, Alemania...)

Los expertos, en conjunto, están de acuerdo en que la economía mundial no está a salvo de un nuevo bandazo.

"La actual recuperación es estimulada por fuerzas temporales ligadas a los planes de reactivación que van a agotarse progresivamente. Una salida demasiado rápida de estas medidas podría provocar una recaída", señala Michel Aglietta, director del Centro de Estudios e Informaciones Internacionales (CEPII).

"Sería imprudente retirar esas medidas antes de que la recuperación esté fuertemente implantada", añade Eswar Prasad.

Organizaciones internacionales tradicionalmente alérgicas a los déficit (FMI, OCDE...) aconsejan además a los Estados no reducir brutalmente sus gastos para no asfixiar la recuperación.

La cuestión del "ritmo" no resolverá todo. Una vez que pasen los efectos de los planes de reactivación, el sector privado deberá imperativamente tomar el relevo de la inversión pública para consolidar la recuperación. Y es ahí donde radica el problema.

Debilitadas por la crisis y sometidas a restrictivas condiciones de crédito las empresas no tienen mucho ánimo para invertir. Paralelamente el anunciado incremento del desempleo debe asestar un nuevo golpe al poder de compra y al consumo de las familias, el tradicional motor del crecimiento (un 70% del PIB estadounidense).

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