domingo, 2 de agosto de 2009

Las patronales rurales argentinas presionan al gobierno de Cristina Kirchner

BUENOS AIRES.- Patronales rurales argentinas fustigaron al gobierno de Cristina Kirchner y le advirtieron de que esperan resultados a corto plazo del diálogo abierto el viernes en medio de la puja por millonarios ingresos fiscales en impuestos a la exportación de productos agrícolas, en especial de soja.

"El campo ha dejado de ser la mansa vaca lechera que se deja ordeñar para cubrir el costo de la ineficiencia y de las políticas equivocadas", dijo Hugo Biolcati, presidente de la Sociedad Rural Argentina al inaugurar en Buenos Aires la feria anual agropecuaria, habitual tribuna política del campo.

Flanqueado por los presidentes de las principales patronales rurales, Biolcati remarcó sin embargo que persistirán "en el diálogo, pero para que fructifique debemos recuperar la confianza y para ello necesitamos hechos".

El jefe de gabinete, Aníbal Fernández, encabezó una reunión con dirigentes agropecuarios para encauzar el conflicto que persiste desde las huelgas que conmovieron al país hace un año.

La convocatoria es parte de las consultas que inició el gobierno tras la derrota en los comicios legislativos de junio.

Las patronales reclaman al Gobierno que ceda unos 3.000 millones de dólares de impuestos en favor del campo, algo que Fernández descartó el sábado porque "los números (fiscales) no dan".

"Hay que garantizar que cada centavo salga de otro lado, no encontramos todavía esa solución y mientras no la encontremos no se rebajarán", dijo.

A cambio el Gobierno anunció la apertura de exportaciones de maíz y trigo, la agilización de los embarques y la reducción del 65% al 30% de los 'stocks' mínimos de hacienda para poder exportar carnes rojas.

Las patronales rurales consideraron insuficientes los anuncios y se declararon en estado de alerta aunque sin intención de lanzar una huelga por el momento.

El reclamo de fondo es la rebaja del 35% al 25% del impuesto que pagan por las exportaciones de soja unos 75.000 productores, cuando la tonelada cotiza a 414 dólares en el mercado internacional.

Biolcati remarcó que llevarán su reclamo al Congreso, donde el Gobierno perdió el control de ambas cámaras y avanza un proyecto para rebajar el impuesto.

Recordó que el campo fue golpeado "por una de las peores sequías de los últimos cien años, la crisis que paralizó la economía mundial, epidemias y un predador insaciable: el Estado".

La combinación de crisis mundial, sequía y frágil inversión harán caer este año entre 30% y 40% las exportaciones de materias primas y manufacturas agrícolas, que sumaron 40.000 millones de dólares en 2008, según la Bolsa de Comercio, lo que golpeará los ya flacos bolsillos del Estado.

La crisis mundial provocó un abrupto freno en la economía argentina -que se desploma tras crecer al 9% anual durante los últimos años-, y le ha quitado margen al Gobierno para dar concesiones a un sector que aporta el 14% de los ingresos fiscales.

El Gobierno rechaza rebajar los impuestos al argumentar que sostienen planes sociales en un país con seis millones de pobres, según cifras oficiales, o 14 millones, según la oposición.

La pelea es por una tajada que se achica, ya que la cosecha de soja pasará de 47 a 34 millones de toneladas, según estimaciones bursátiles, pese a que casi el 70% de la superficie cultivable será sembrada con la oleaginosa.

Argentina es el tercer vendedor mundial de soja detrás de Estados Unidos y Brasil, con China como su principal comprador, pero está a punto de perder posiciones.

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