Bárcena precisó los canales de transmisión de la crisis: el contagio financiero, la caída de remesas, la caída de la demanda externa y los cambios en los precios relativos en los productos de exportación.
La economista advirtió que la recuperación de los índices sociales demora el doble que los parámetros económicos. Recordó que tras la crisis de 1980, los indicadores sociales tardaron 24 años en alcanzar los niveles previos a la crisis y los económicos 12 años.
A los 180 millones de pobres de América Latina y el Caribe que hay actualmente, se sumarán 10 ó 15 millones más.
Bárcena precisó que uno de los sectores más afectados por la crisis es el comercio, que en abril cayó un 31,8% en relación con igual mes de 2008; las exportaciones descendieron un 29,2% y las importaciones un 34,6% en el mismo período.
Anticipó que en 2009 se espera una caída en las remesas de entre 5 y 10%; una reducción de entre 35 y 45% de la inversión extranjera directa y se proyecta que el desempleo crecería hasta un 9%.
Un estudio previo de Cepal señala que en 2009 se espera un déficit en la cuenta corriente de un 2,3% del PIB, en comparación a la caída de un 2,6% en 2008.
Bárcena admitió que se aprecian signos de recuperación, pero advirtió que "este proceso será lento y gradual".
Indicó que la competitividad de los países de la región "ha quedado limitada a los sectores intensivos en recursos naturales", razón por la que dijo es urgente aumentar valor agregado a esas exportaciones.
Sobre el futuro, Bárcena habló de un menor crecimiento de los países desarrollados, mayor participación de las naciones en desarrollo en el crecimiento global; sistemas financieros sujetos a estrictas regulaciones y muchos acondicionamientos vinculados con el cambio climático.
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