Una embarcación llegó a tierra en Marsaxlokk y la segunda fue interceptada por la marina maltesa en la costa de Birzebbugia, con un total de 79 personas a bordo, entre ellas 14 mujeres, tres de ellas embarazadas y un niña de 7 años.
Otros 55 inmigrantes viajaban en un pesquero interceptado por un helicóptero de la Guardia Finanzas a 70 millas al sureste de Portopalo di Capo Passero, en Sicilia.
Dos de personas de este grupo fueron arrestadas bajo la acusación de ser los traficantes que llevaban la embarcación, mientras los 53 restantes han dicho que son de nacionalidad kurda, turca e iraquí.
Hace dos días, las autoridades italianas interceptaron a 10 millas al sur de la isla de Lampedusa un barco con otros 57 inmigrantes sin documentación.
Y, tras la polémica que ha suscitado el rescate de cinco eritreos el pasado jueves, que acusaron a las autoridades maltesas de no haber querido socorrerles, por lo que 73 personas que murieron fueron arrojadas al mar, los agentes que participaron en la operación, grabaron lo sucedido con cámara de vídeo.
El suceso de la supuesta muerte de esos 73 inmigrantes ha abierto además, una batalla dialéctica entre el Vaticano y Liga Norte que comenzó después de que el líder de la LN, Umberto Bossi, dijera que eran palabras con "poco sentido" la comparación por parte del diario de la Conferencia Episcopal Italiana, "Avvenire", de la tragedia de las posibles 73 muertes de indocumentados con el holocausto del pueblo judío.
Bossi, fundador de un partido que es socio del Gobierno de Silvio Berlusconi y que resultó el principal beneficiario de los resultados de las pasadas elecciones municipales y regionales, instaba además al Vaticano a abrir sus puertas a los indocumentados y a acogerlos.
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