sábado, 29 de agosto de 2009

Los tres desafíos del confirmado Bernanke al frente de la Reserva Federal

WASHINGTON.- Ben Bernanke fue confirmado esta semana en su cargo de presidente de la Reserva Federal (Fed) estadounidense y tiene ahora tres desafíos: poner fin a su trabajo del primer mandato, asegurar el retorno a un crecimiento durable y preservar la independencia de su institución.

El presidente estadounidense, Barack Obama, anunció el pasado miércoles la reconducción de Bernanke para un segundo mandato de cuatro años que iniciará el 1o de febrero, alabando las virtudes de este renombrado académico y la política de apoyo masivo a la economía que la Fed implementó bajo su autoridad.

Y es justamente esta política la que constituirá el primer desafío de Bernanke puesto que la Fed deberá elegir el momento más oportuno para ponerle fin.

En este período de transición entre la culminación de la recesión y el inicio de la recuperación, la Fed debe evitar dos escollos. Si retira su apoyo de forma prematura, podría repetirse el escenario de 1937. Apenas salida de la crisis de 1929, la economía estadounidense se había derrumbado luego de que la Fed interrumpiera abruptamente los préstamos.

Si actúa demasiado tarde, se arriesga una inflación imposible de controlar, como a fines de la década de 1970. La política anti-crisis de la Fed incluía un fuerte aumento de la masa monetaria, que implica un alza de los precios a término.

"Debemos mantenernos entre el riesgo de que un repliegue prematuro de las medidas de reactivación monetaria anule el crecimiento y que una ayuda prolongada alimente los temores sobre la inflación", estimó el miércoles Dennis Lockhart, uno de los dirigentes de la Reserva Federal.

Si la Fed de Bernanke logra salir de esta situación, un segundo desafío se presentará: el de asegurar un crecimiento duradero. Allí entra en juego su política en cuanto a la tasa directiz. Por ahora, la Fed anunció su intención de mantener una tasa próxima a cero el tiempo que fuera necesario.

La historia reciente muestra que la Fed nunca aumentó su tasa directriz mientras no se observara previamente una disminución notoria de la tasa de desempleo. Pero la situación podría ser más complicada esta vez, puesto que la Fed prevé que esta tasa se mantenga muy elevada por lo menos hasta 2011.

Mientras la inflación esté muy contenida, como es el caso en este momento, la Fed puede mantener una tasa baja. Pero varios expertos, como el economista independiente Joel Naroff, prevén que la reactivación llegará con un regreso de la inflación que obligará a la Fed a elevar su tasa "con bastante rapidez". Aún con el riesgo de aceptar el mantenimiento de una tasa de desempleo elevada.

El último desafío que se plantea a Bernanke proviene del Congreso. El proyecto gubernamental de reforma de la regulación, que prevé el otorgamiento de un papel más fuerte a la Fed, ya disgustó a varios congresistas que reprochan a Bernanke haber fracasado al no ver llegar la crisis económica.

El legislador republicano Ron Paul presentó un proyecto de ley destinado a colocar a la Fed bajo el control del poder político, y afirma que dispone del apoyo de más de la mitad de la Cámara de Representantes. Bernanke quizá tenía algo en mente cuando agradeció a Obama el miércoles por su "apoyo sin falla a favor de una Reserva Federal fuerte e independiente".

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