lunes, 10 de agosto de 2009

Mallorca trata de limitar el impacto de las bombas en el turismo

PALMA.- Las autoridades baleares y los responsables del sector turístico trabajaban conjuntamente el lunes para limitar el daño de las bombas terroristas en una industria ya afectada por la crisis económica.

Nadie resultó herido por las tres bombas colocadas el domingo por la tarde en Palma de Mallorca, en dos restaurantes junto a la playa y un centro comercial en la Plaza Mayor.

Estos artefactos, que estallaron apenas 10 días después de que un coche bomba matara a dos guardias civiles en Palmanova, amenaza con dañar la imagen de uno de los destinos turísticos más populares del país.

El año pasado, 10,1 millones de turistas visitaron las islas Baleares, según el Instituto de Estudios Turísticos.

El presidente balear, Francesc Antich, se ha puesto en contacto con los consulados de los países con más flujo turístico a las islas, como el británico y el alemán, proporcionándoles información sobre la situación de seguridad.

"La idea es trasladar la información más transparente y a la vez la mayor normalidad", dijo Antich en declaraciones a RNE.

"Me quedo con unas palabras del cónsul inglés, que decía que sus clientes le decían que cuatro desalmados no les iban a decir dónde pasar sus vacaciones", añadió.

Palma de Mallorca vio interrumpida el domingo su tranquilidad cuando la policía acordonó la playa de Can Pedro Antoni y evacuó restaurantes para realizar las comprobaciones de seguridad, pero los residentes locales dijeron que el nerviosismo había desaparecido el lunes.

"Hoy hay una situación de absoluta calma, igual que ayer a las 6 de la tarde", dijo Susan Friend, británica que ha vivido en la isla durante más de una década.

"Estaba sentada en un bar junto a la Plaza Mayor (donde estalló una de las bombas) y todo era de absoluta normalidad. Había un montón de gente", añadió.

La policía está comprobando si una cuarta explosión el domingo fue también obra de terroristas vascos, según una portavoz del Ministerio del Interior.

Aunque el atentado del 30 de julio en Mallorca fue la primera acción mortal de la banda terrorista vasca, analistas y residentes apuntan que la banda armada ha tenido como objetivo la isla con anterioridad, incluidas las veces que ha intentado atentar contra el rey Juan Carlos.

"La idea que predomina aquí es que esa banda terrorista está mostrando sus fuerzas, como para decir 'estamos aquí'", dijo Friend. "Quieren hacer mella en la industria. No es un cambio de estrategia, puesto que ya ha ocurrido otras veces", añadió.

Antich se encontró el lunes con responsables del sector de la hostelería para evaluar la situación, que parece no haber ocasionado cancelaciones, pese a que las últimas acciones se han producido a apenas un centenar de metros de populares hoteles.

"Tuvimos un susto bastante grande, pero podemos decir que a día de hoy todo vuelve a la normalidad", dijo el presidente de la Federación balear de Hostelería de Mallorca, Antoni Mas, a RNE.

"Hasta el momento no ha habido ningún tipo de cancelación, hemos tenido una temporada turística dentro de las previsiones que teníamos, por la incertidumbre del tema económico. De momento no hemos tenido ninguna disminución que podamos achacar a eso (a las bombas)", añadió.

Esta banda terrorista ha colocado pequeñas bombas en zonas turísticas de forma frecuente en verano, a menudo avisando antes, como ocurrió el domingo.

Algunos expertos ven los ataques veraniegos como una muestra de fuerza cuando la banda cumple su 50 aniversaciones, y para mostrar su fuerza cuando los numerosos arrestos en Francia y España han hecho mella en su cúpula mititar.

El Ministero del Interior ha advertido de que esta banda terrorista continuará actuando cuando pueda ya que su debilidad hace a sus miembros más desesperados.

"Cuando te fijas en las cifras ves que la banda se ha visto debilitada de forma significativa", dijo el experto Ignacio Sánchez Cuencia, de la Fundación Juan March, añadiendo que pensaba que el grupo había perdido a un tercio de sus simpatizantes, en el pasado estimados en 150.000.

"De 2006 a 2009, han matado a once personas. Solían matar a tantos sólo en un año", dijo.

Sin embargo, los atentados dañan la reputación de los destinos turísticos, que ha tienen que afrontar el efecto de las crisis económica, así como la caída del valor de la libra entre los británicos.

El turismo representa aproximadamente un 11 por ciento del Producto Interior Bruto del país.

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