martes, 4 de agosto de 2009

Obama no mantendrá su promesa de no elevar impuestos

WASHINGTON.- El presidente Barack Obama se afana por encontrar la forma de costear su reforma de los seguros médicos sin violar su promesa electoral de no aumentar los impuestos a la clase media.

El dilema de Obama quedó iluminado esta semana cuando dos de sus asesores económicos se negaron a descartar un aumento de los impuestos a la clase media para financiar sus programas y reducir el déficit presupuestario federal. Fueron rápidamente desmentidos por el secretario de prensa de la Casa Blanca, que insistió que el mandatario piensa mantener su promesa electoral.

Obama se niega a respaldar las propuestas específicas sugeridas por los legisladores para costear la reforma de los seguros médicos, que incluirían subvencionar ese beneficios a los que no lo tienen, así como otros programas de su gobierno.

Durante meses, Obama repitió que controlar el encarecimiento de los seguros médicos es la piedra angular para controlar los déficit presupuestario que ha propuesto. Y prometió que la financiación de todos esos cambios no aumentará el déficit en un solo dólar.

El problema reside en que su alternativa preferida para financiar la reforma _ limitar las exenciones por donaciones de caridad de los estadounidenses acaudalados _ no producirá los ingresos necesarios.

Con el receso estival de agosto, los demócratas encaran la posibilidad de defender una reforma drástica y costosa de los seguros médicos sin tener plan alguno de Obama para financiarla. Un impuesto a la clase media es la mejor forma de costear los cambios postulados por Obama, dijeron dos de sus principales colaboradores económicos.

El secretario del Tesoro Tim Geithner y el director del Consejo de Asesores Económicos Larry Summers se negaron a descartar un aumento de los impuestos a la clase media en sendas entrevistas el domingo por televisión.

"Hay muchas cosas que pueden pasar con el tiempo", dijo Summers, y agregó que "nunca es una buena idea descartar las cosas de forma tajante".

El secretario de prensa de la Casa Blanca Robert Gibbs, bombardeado el lunes a preguntas por los periodistas, insistió que Obama piensa cumplir su promesa electoral de no elevar los impuestos a los ingresos personales de los contribuyentes que ganen menos de 250.000 dólares anuales.

La alternativa más viable, y la más deseable por las cantidades que recaudaría, sería un impuesto federal de ventas, lo que en otros países llaman el impuesto al valor agregado (IVA).

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