miércoles, 23 de septiembre de 2009

Clinton reúne y compromete a líderes de todo el mundo para afrontar los desafíos

NUEVA YORK.- El ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton reunió a dirigentes y personalidades de todo el mundo para debatir sobre los mayores desafíos que afronta el mundo e instarles a hacer algo que suponga una mejora tangible en las condiciones de vida de algún colectivo.

"Cualquiera puede hacer algo por mejorar este mundo y cualquiera debería intentarlo", dijo el presidente de EE.UU., Barack Obama, en la inauguración de esta quinta reunión anual de la Iniciativa Global Clinton, a la que acudieron caras tan conocidas como las de la actriz Demi Moore o la cantante Alicia Keys.

La cita de este año es la que hasta el momento goza de una mayor respuesta, con el respaldo de decenas de jefes de Estado y representantes del mundo académico, científico, religioso y filantrópico procedentes de 84 naciones.

"Empezamos en 2005 para discutir los desafíos actuales, pero también para comprometernos a hacer algo que tuviera un impacto real en la vida de las personas", explicó hoy Clinton, quien hasta el momento ha conseguido movilizar más de 46.000 millones de dólares.

La propuesta de Clinton es que todo el que acuda a este foro presente una iniciativa que suponga una mejora tangible para las condiciones de vida de alguna comunidad.

"He pasado treinta años en política y sé que lo que importa es saber qué quieres hacer y, sobre todo, cuánto costará", dijo Clinton, cuya iniciativa busca unir a "quienes tienen ideas con quienes tienen aptitudes y dinero".

El ex mandatario, quien indicó que en cinco años se han cerrado unos 1.400 compromisos de distinta índole, aseguró que "este año la reunión debe centrarse en identificar pasos más específicos que conviertan las buenas intenciones en cambios reales".

Como ejemplo de ello, Clinton presentó al conocido actor Matt Damon en calidad de co-fundador de water.org, una organización que, entre otros propósitos, busca facilitar el acceso a agua potable a los millones de personas que carecen de ella.

Damon anunció el compromiso de su organización a movilizar dos millones de dólares para lograr que en los próximos tres años al menos 50.000 haitianos más tengan acceso a agua potable y recursos de saneamiento, en un país donde sólo el 51% disfruta de ello.

"Animo a que todo el que quiera implicarse acuda a nuestra página web y lo haga", apuntó el actor, cuya organización ha movilizado ya un millón de dólares en microcréditos de gran efecto multiplicador, lo que ha permitido "que muchos más niños dediquen más tiempo al colegio y que sus familias no tengan que depender de la caridad".

Tras la intervención de Damon, se inició el primer panel de discusión de la noche, moderado por el propio Clinton, y que, centrado en economía y energía, contó con la participación de la presidenta de Chile, Michelle Bachelet.

"Hillary y yo admiramos mucho a Bachelet, desde que fuera titular de Sanidad y, sobre todo, por ser la primera mujer en ser ministra de Defensa en Latinoamérica, algo misterioso, porque todos sabemos que las mujeres son más duras que los hombres", bromeó Clinton al presentarla.

"Si fuera congresista estadounidense, estaría avergonzado de que Chile pueda asegurar (médicamente) a todo el mundo y EE.UU. no pueda", dijo Clinton tras oír la intervención de Bachelet, quien hizo una clara defensa de la necesidad de velar por el bienestar social.

Para ello, propuso garantizar la protección sanitaria de la población, especialmente de la más vulnerable, dedicar el 0,7% del Producto Interno Bruto (PIB) a ayuda al desarrollo y fomentar la colaboración con el sector privado.

"Estoy muy preocupada por el colapso social que puede llegar tras el económico", reconoció Bachelet, quien apostó por aprovechar la coyuntura actual para cambiar la dirección en que avanza el desarrollo y "hacer las cosas de otra manera".

Bachelet también defendió el refuerzo del papel del Grupo de los Veinte (G-20) en el diseño de un nuevo modelo de crecimiento respetuoso con el medioambiente y los derechos humanos.

El primer ministro de Australia, Kevin Rudd, -a quien Clinton describió como "uno de los líderes mundiales más inteligentes-, coincidió con ella y aseguró que el G-20, que esta semana celebra una cumbre en Pittsburgh (EE.UU.), tiene mucha más legitimidad que el G8.

"En el siglo XXI no tiene sentido una institución que excluye a China, Brasil, India, México o el mundo musulmán entero", dijo Rudd, al tiempo que subrayó que el G-20 "introduce en la agenda internacional temas como el desarrollo o la pobreza".

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